Guadalajara. Andrés Manuel López Obrador aseguró que ganó el debate, por haber escuchado a sus asesores. La gente, que abarrotaba la avenida Vallarta, miraba con gesto de sorpresa, ante la inesperada declaración del tabasqueño.

 

“Nos funcionó la estrategia. Les hice caso a mis asesores. ¿Saben quiénes son? Los mexicanos, el pueblo”, aseguró, en las inmediaciones de la Plaza de la Minerva, minutos después del debate. Comentó que llevaba documentación, pero no hubo necesidad de utilizarla.

 

“En los últimos días, venía escuchando que la gente me decía que, en el debate, puras propuestas, de lo demás no se preocupe, aprovechemos que nos van a ver millones, porque se tuvieron que abrir las televisoras, ya se tuvieron que abrir”, apuntó.

 

López Obrador pidió a sus simpatizantes aplicarse, en esta recta final de la contienda, para convencer a los indecisos, sin importar que sean militantes de PRI o PAN.  “A ellos también les toca sufrir por un gasolinazo, como el de ayer”. Y agradeció a los jóvenes el que, hoy, la izquierda cuente con posibilidades reales de llegar a Los Pinos.

 

Minutos antes, el candidato a la gubernatura de Jalisco por el Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, aseguró que el intento del PRI por imponer al próximo gobernador y presidente de la República ha sido “derrumbado” por el buen trabajo de las fuerzas progresistas.

 

“Demostramos que estamos a la altura que tenemos enfrente. En el primer debate los adversarios ni siquiera nos voltearon a ver. Hoy fui el blanco de todos los ataques, porque demostramos que vamos a ganar”, indicó. Calificó a López Obrador como un “estadista”, por el manejo que dio al debate.

 

En el templete estaban los dirigentes del PT y MC, Alberto Anaya y Luis Walton. También estaba la secretaria general del PRD, Dolores Padierna, pero no el presidente del sol azteca, Jesús Zambrano Grijalva, debido a las diferencias de la dirigencia estatal del partido con la candidatura de Alfaro.

 

La Minerva se convirtió en verbena. Al son del mariachi la gente ondeaba sus banderas, como si tuvieran la certeza de un futuro próximo. Los ojos húmedos del Peje reflejaban las esperanzas de miles de jaliscienses.