Nada de sobresaltos en economía.
La frase de Alfonso Romo la recuerdan a la perfección dos de los seis altos empresarios asistentes a una reunión muy cerrada en Las Lomas.
El encuentro fue parte de la larga campaña encabezada por el futuro jefe de la Oficina de la Presidencia para tranquilizar a los barones del capital.
En este caso nos reservamos los nombres de los presentes y de quien puso la residencia, su residencia, y con representación sectorial corroborada.
Grandes capitalistas todos.
Todos con dudas sobre esto, eso o aquello.
Sobre muchas contradicciones y en especial sobre aspectos fundamentales como las auditorías -algunas ya en marcha- para detectar evasores fiscales.
O sobre el futuro del nuevo aeropuerto, la principal apuesta de inversión del gobierno de Enrique Peña y de los empresarios.
Algo así como 13 mil millones de dólares en juego, otros 40 mil en proyectos colaterales y una fuente de empleos estimada en 400 mil con el curso de los años.
HAN ESTADO EN EL PROYECTO
Todo va por cuerdas separadas, les aclaró Alfonso Romo.
Pero la conducción de la economía se hará de manera coordinada con las autoridades hacendarias y él tiene la función de promover inversiones internas y externas.
Base, les subrayó, del cambio económico y de generación de trabajo para desatascar al país con tasas aceptables de desarrollo y para tranquilizar al país.
Sí, pero…
Romo no se inmutó.
En versión de los asistentes e informantes, el futuro segundo de a bordo en la conducción de la República tuvo frases muy tranquilizadoras para todos.
La primera:
-No se preocupen. Todo va a ser como antes, con comunicación entre sectores y coordinación con el sector privado.
La segunda:
-Aquí se trata de que ganemos todos: la República, el Gobierno, ustedes, los trabajadores…
Y la tercera:
-Ustedes no tienen por qué temer. Han estado en el proyecto, y no los vamos a abandonar…
Y sí, son magnates cuya participación fue trascendental para la campaña de Andrés Manuel López Obrador, pero desde las sombras para no crear suspicacias.
Salieron contentos, en especial el empresario anfitrión varias veces elogiado por Alfonso Romo, dada su capacidad de convocatoria… y de aportación.
LA DESIGNACIÓN DE VELASCO
1. El fin de semana tuvo revuelo la posible designación de Manuel Velasco como secretario de Medio Ambiente por Andrés Manuel López Obrador.
El gobernador chiapaneco lo negó, pero en el entorno del tabasqueño se da por segura su incorporación al gabinete y justo en ese coto consagrado desde 2000 para el Partido Verde.
Y si esa cartera resulta muy alta para quien es suplente de sí mismo, se le buscará otro puesto menos rimbombante a fin de no generar otra polémica como su licencia senatorial.
2. El panismo está al borde del impacto.
Se pregunta si es válida la autodefensa de Damián Zepeda como coordinador del PAN en el Senado, dado su triste paso por la dirigencia del partido.
Amén de ser simple portero de la residencia azul por instrucciones de su amo Ricardo Anaya, tuvo los peores resultados de la historia electoral de la organización. Luego se autonombró y ahora se autoprotege para manejar las partidas canalizadas a las fracciones partidistas.
Bien hace Marko Cortés en sentenciarlo a la defenestración.
Con López Obrador no cambiaran mucha las cosas en la relación Gobierno-Sector Privado, y por ello deben estar tranquilos. Esto y más leerás la columna #TeléfonoRojo de José Ureña pic.twitter.com/JcxJo1yjM6
— 24 HORAS (@diario24horas) 24 de septiembre de 2018
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