No es un asunto menor que en las cámaras del Congreso, el partido Morena –diputados y senadores–, haya premiado al ultra conservador Partido Encuentro Social (PES), con la presidencia de comisiones clave para la vigencia del Estado laico y para los fundamentos liberales.
Y no es menor porque si bien muchas voces condenan hoy el trato privilegiado a esa ultraderecha, por parte de la disque izquierda en el poder, lo cierto es que casi todos los que se quejan, en su momento cerraron ojos y oídos ante esa amenaza.
¿Cuántos, incluso, aplaudieron que “la derechona” del PES se sumara al bote de basura que es Morena, con tal de ganar la presidencial? ¿Por qué antaño cerraron ojos y oídos y hogaño se dicen sorprendidos?
Vamos por partes.
1.- El verdadero escándalo de origen no es la entrega a legisladores del PES de comisiones clave como las de Salud, Cinematografía y Cultura. No, el problema es que Morena nunca ha sido un partido de izquierda y que su líder es uno de los principales promotores de la ultraderecha.
2.- En efecto, aquí y en otros espacios, voces diversas advirtieron –advertimos–, sobre el engaño colectivo al considerar a Morena y a su líder como parte de la izquierda de México. Son abrumadoras las evidencias de que López Obrador es un político ultraconservador y que en una “impostura genial” se adueñó de la izquierda, para sus fines del poder.
3.- ¿Cuántos de los millennials que votaron por Morena; cuántos intelectuales y creadores que dieron su voto a AMLO, y cuantos simpatizantes de la disque izquierda cuestionaron contundentes –cuando debieron hacerlo–, el matrimonio Morena-PES?
4.- No, una sociedad que por conveniencia, por odio, o fanatismo cerró los ojos ante la alianza de Obrador con la ultraderecha; que fue advertida por muchas voces del riesgo de esa alianza, hoy no puede venir con el grito desgarrado de que los sorprendió la decisión de entregar a la “derechona” comisiones clave para que derribe libertades fundamentales.
5.- Incluso resulta curioso que ardorosos promotores de la candidatura presidencial de Obrador, como Diego Luna y Gael García hayan guardado silencio cuando se anunció el matrimonio Morena-PES. Pero aún es más simpático que con la ultraderecha manipulando las comisiones de Cultura, Cinematografía y Salud, los dos actores no podrán repetir clásicos como “El Crimen del Padre Amaro”, “Y tú mamá también”.
¿Y por qué no podrán hacer esas películas? Porque la “derechona” estará dispuesta a todo por impedir la crítica al culto católico y porque resulta ofensivo para la “derechona” el ejercicio de libertades básicas.
6.- ¿Cuál será el futuro del aborto, ganado en la Ciudad de México luego de miles de mujeres muertas? ¿Modificarán el PES y los fanáticos de Morena las políticas reproductivas?
No hizo falta esperar. Resulta que luego de la lluvia de críticas a la nefasta actitud de Morena, de entregarle al PES las comisiones de Cultura, Salud y Cinematografía, decidieron que “siempre no”. Los dejaron con un palmo de narices. ¡Aplauso a Morena!
Al tiempo.