Hasta hace pocos años, el mundo del automovilismo era prácticamente masculino: pensado, construido y dirigido por hombres. Sin embargo, poco a poco el espacio se ha abierto, ¿a quienes? A las mujeres que, según las estadísticas, son las que toman más de 70% de la decisión de compra de autos en nuestro país, pues la mayor parte de las veces son ellas las que hacen ver a sus parejas de los beneficios de un auto sobre otro. Así, el señor, quien iba decidido a comprar su deportivo de dos plazas, sale de la agencia con una camioneta de amplia cajuela para carreolas, mochilas y maletas.
Y es en medio de este mundo “de hombres”, donde hace 12 años se filtró una mujer que decidió tomar las riendas de los caballos de fuerza pues, como comenta, cuando llegó a General Motors sintió su fuerza de tracción y desde ese momento decidió no soltarlas.
Se trata de Teresa Cid, directora de Comunicación y Relaciones Públicas de la empresa en México.“Esta docena de años han sido una gran experiencia, una gran travesía”.
Los autos del futuro
Pero si estos años han sido lo que ella llama un gran viaje, la próxima década será un viaje a la luna en cuestión de automóviles: “Nuestra CEO tiene una frase que resume claramente eso, y dice que la industria automotriz va a cambiar, en los siguientes 10 años, más rápido que lo que ha venido haciendo en los últimos 50. Una de las variables principales que General Motors está trabajando es en la autonomía de los vehículos; tenemos el primer vehículo se llama Cruze EV, y éste ya no tiene ni volante ni pedales. Está pensado que pueda operar, en principio, como transporte compartido con un servicio similar a los de los taxis, pero de ida y vuelta. La idea con esto es facilitarle la vida a las personas, no solamente en cuanto a más confort, sino que incluso pueda servirle a personas de la tercera edad que no quieran manejar, o a personas con capacidades diferentes”, apunta la ejecutiva.
Este auto ya se prueba actualmente en San Francisco, y es probable que el próximo año General Motors pueda dar el anuncio de cuándo comenzaría su operación. “ Mientras tanto tenemos una tecnología nivel 2, semiautónomo, que ya opera en los Cadillac en Estados Unidos mediante una conducción asistida en la que puedes conducir sin tocar los pedales, ni poner las manos en el volante. Eso sí, tiene una cámara que detecta que estés poniendo atención en el camino, lo que no quiere decir que te puedas ir maquillando o texteando; sí tienes que poner atención en el camino, porque sólo es una conducción asistida. Pero es una realidad.
Otra muestra de que el futuro ya está aquí son los autos eléctricos que ya hay en México, como el Bolt EV que es 100% eléctrico y tiene una autonomía de 383 kilómetros.
“Obviamente es un mercado de nicho, pero está encontrando su espacio dentro de toda la gran oferta que hay en México. Hay consumidores que están muy preocupados por el medio ambiente, hemos visto también el interés de algunos miembros de corporativos que apoyan el tema de sustentabilidad y están interesados de que sus ejecutivos manejen este tipo de vehículos. Es un mercado que no va a crecer exponencialmente, pues una unidad que suele ser mucho más cara, pero así también sus beneficios”.
Autos compartidos
Pero la estrategia de General Motors va más allá. Ahora impulsan un concepto de movilidad compartida, a través de una marca en Estados Unidos que se llama Made In, que es un pool de autos en un modelo similar al de las ecobicis, en el que no eres propietario de la unidad, sino que tienes una membresía: llegas, tomas tu auto y lo dejas en la estación A y, después, si vas a otro lugar lo dejas en la estación B y ahí tomas otro. No eres propietario del vehículo: “Es una forma de encontrar nuevas maneras de movilidad, que también van mucho con el estilo de los jóvenes de hoy; incluso la generación Z ya habla mucho de compartir; así como se comparte la vivienda, de hacerlo con muchos otros servicios”.
Mujeres a la cabeza
Quizá una de las variables que han hecho que la marca haya logrado mantenerse en buenas cifras en este año complicado para la industria automotriz en México, ha sido el liderazgo de su CEO.
“En 2009 General Motors de México nombró a la primera mujer presidenta y directora general para las oficinas de nuestro país, y ella llegó a implementar muchas iniciativas que oficiaran justamente el desarrollo de la mujeres dentro de esta empresa que había sido típicamente masculina. Por otra parte, en 2014, nombraron a la primera CEO a nivel mundial dentro de la industria automotriz, Mary Barra, y acaban de nombrar también a la CFO, Dhivya Suryadevara -de 39 años-, quienes son las primeras mujeres en estas posiciones en 110 años de historia de la compañía”.
El valor de la diversidad
Actualmente trabajan el General Motors México cerca de 19 mil empleados, de los cuales 25% son mujeres; esto, a decir de Tere Cid, ha sido benéfico para la empresa desde el momento en que sus clientes son tan diversos como los miembros de la organización: “Tener la visión de una mujer permite que la organización tome ciertas acciones, ciertas actitudes que a lo mejor ante el liderazgo de un hombre pudieran ser diferentes; por ejemplo, siempre estar muy abierto a una sesión de retroalimentación donde haya diálogo abierto, donde se privilegie ser directo.
“Ella ha hecho mucho por trabajar con grupos de mujeres que son estudiantes, que están apenas por iniciar la preparatoria STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), para atraer más talento femenino a nuestras filas en la parte de ingeniería y manufactura que son donde más falta nos hace la presencia de mujeres”.
Todos para todas
Una iniciativa que le parece clave a Tere Cid para el desarrollo de la equidad de género es la que lanzó la ONU y se instauró en México en 2017, denominada HeForShe que busca sumar a hombres y niños como agentes de cambio -junto a las mujeres- en pro de la igualdad de género sustantiva, esto para la comunicóloga resulta vital.
Es importante que las que “hemos llegado a ciertas posiciones de liderazgo, trabajemos en un she for her, y nosotras abrirles el camino a más mujeres, claro, enfocándonos en alcanzar los resultados, más allá de cuotas (que para ellas representan sólo una herramienta y no una solución), pues no se trata de decir vamos a tratar de impulsarlas por impulsarlas, sino simplemente por saber lo que ellas pueden aportar”.
Es necesario que como mujeres formemos una red en la que podamos apoyar a otras a que sigan creciendo, siempre en esta cultura de retroalimentación, de reconocer constructivamente en fortalezas y debilidades, trabajando juntas en seguir impulsando su colaboración dentro de las empresas, pues fuera de ellas esto está cambiando con las mismas generaciones porque hoy puedes ver a las mismas parejas millennials que comparten responsabilidades en el cuidado de los hijos y lo que aportan a casa, pero sí creo que es parte de la sociedad del cómo se organizan para que la mujer pueda seguir teniendo una carrera profesional”.
LEG