Foto: Reuters La consigna que más corean algunos de los migrantes es "tenemos que pasar"  

La Policía de Honduras impidió hoy que centenares de migrantes de este país cruzaran hacia Guatemala, con la idea en su mayoría de llegar a Estados Unidos, como parte de un mayor control migratorio en el punto fronterizo de Agua Caliente.

 

Los migrantes que pretenden cruzar la frontera están molestos porque no se les permite llegar hasta el punto de registro migratorio de su país, junto al que también funciona el de Guatemala, que hoy lo volvió a cerrar, lo que sus autoridades también hicieron el martes y miércoles.

 

Los policías antimotines hicieron uso de sus escudos, bastones de madera y lanzaron un gas en aerosol, distinto al de las bombas lacrimógenas, de las que también disponen, para dispersar a los migrantes, entre los que hay muchos niños y mujeres.

 

La aglomeración de migrantes, de los que muchos llegaron el jueves por la noche hasta un primer retén policial distante a unos cinco kilómetros del punto fronterizo, tiene paralizado el tránsito de vehículos particulares, transporte interurbano y de carga.

 

La consigna que más corean algunos de los migrantes es “tenemos que pasar”.

 

Miembros de la Policía Nacional y del Ejército montan guardia en la frontera de Agua Caliente con Guatemala, donde ahora impera una amenaza de lluvia y por donde el pasado día 13 pasaron unos 3.000 migrantes, según las Naciones Unidas, en una caravana con el objetivo de llegar a Estados Unidos.

 

Los migrantes en el sector de Agua Caliente dicen proceder de diferentes regiones de Honduras y que se están marchando por la inseguridad, la falta de empleo, y en muchos casos por salarios muy bajos.

 

El subdirector del Instituto Nacional de Migración, Carlos Cordero, dijo a Efe que Honduras no le ha cerrado el paso a los migrantes, pero que el control migratorio es más estricto porque muchos quieren hacerlo de manera ilegal, entre ellos los que llevan niños, quienes necesitan de un pasaporte y aval de sus padres.

 

En la mayoría de los casos de niños, muchos en edad entre los uno y cinco años, incluso adolescentes, están viajando solo con uno de sus progenitores.
Cordero subrayó que tampoco se puede permitir el paso sin control, porque Guatemala ha vuelto a cerrar su punto de registro migratorio, no así el de sus ciudadanos y el transporte de carga.

 

Pero ni uno, ni el otro puede pasar hoy la frontera entre los dos países centroamericanos, que mantienen una unión aduanera.

 

DAMG