Migrantes que se encuentran en el estadio Jesús Martínez Palillo afirmaron que no regresarán a su tierra natal: Honduras, y que de no llegar a Estados Unidos prefieren quedarse en México, pese a la inseguridad que se vive en el país.
“Nunca había dormido fuera de casa. Se siente extraño venirte sólo con una maleta y llegar hasta este punto. Mi familia está en Honduras, pero yo ya no me regreso. Prefiero juntar dinero y decirles que se vengan conmigo. Si no entro a Estados Unidos, me quedo en México. Sabemos que aquí hay narcos, gente desaparecida e inseguridad, pero al menos se puede trabajar mejor que allá”, afirmó Jenny, de 26 años de edad a 24 HORAS.
En el albergue habilitado en la alcaldía Iztacalco, donde han logrado descansar de su viaje, alimentarse, bañarse y tomar, Jenny e Hilda, provenientes de San Pedro Sula, dijeron que no volverán a dicho país centroamericano, y procurarán llegar a Estados Unidos.
“Ahí ya no hay vida. Hemos dejado a la familia. Yo quisiera que el señor (Presidente) Trump se diera cuenta de que tenemos hijos. De que viera el recorrido que hemos hecho hasta aquí. ¿Cómo nos vamos a regresar? Preferimos quedarnos en México, a trabajar aquí”, expresó Hilda, de 27 años de edad, quien sostiene entre sus brazos al más chico de sus cuatro hijos: Kléberson, de tan sólo ocho meses de edad.
La mujer mira de lado a lado en busca de su hermano, quien, hasta hace unos días, quedó de verse con ella en la Ciudad de México, pero entre el mar de gente, no le ha visto llegar. “No lo encuentro, ya debió de haber llegado”, manifestó.
“Nosotros venimos huyendo de la inseguridad. Allá La Mara es la que ya no nos permite trabajar, ya que de por sí no hay trabajo. Yo vendía oro y plata. Ya no pude trabajar allá por la situación”, afirmó Joel Gutiérrez.
LEG