Dallas hizo lo impensable: le propinó su segunda derrota del año a los Saints, y se afianzó en la cima de la División Este de la NFC.
La peor primera mitad de los Saints en cuatro temporadas llegó en la apertura de la Semana 13 de la NFL. Pero nadie se puede atrever a dar por muertos a los comandados por Drew Brees.
La defensiva de Dallas salió a jugar por nota, y sabía que así tenía que ser, pues enfrenta estaba un conjunto que promedia más de 35 puntos por partido, además de contar con la mejor dupla de corredores de toda la NFL.
Fue de nueva cuenta el corredor Ezekiel Elliott quien cargó con el peso ofensivo de los Vaqueros, y tuvo jugadas brillantes en los primeros 30 minutos. Un pase pantalla en el segundo cuarto le dio a su equipo un touchdown que ponía adelante a los locales por 13-0.
Y por si fuera poco, los defensivos cambiaron drásticamente en las últimas semanas, y ya no fallaron tacleadas, incluso detuvieron a Mark Ingran y Alvin Kamara en la primera mitad, pero el trabajo no era de 30 minutos, tenían que ser constantes a lo largo de todo el encuentro.
Luego del término de la primera mitad, Dallas dominaba a placera Nueva Orleans, al grado de dejar en menos de 60 yardas totales a la ofensiva aérea más productiva de toda la NFL.
El tercer cuarto cambió drásticamente el enfrentamiento. Los Saints salieron inspirados, y no estaban dispuestos a ver su segunda derrota de la temporada regular. La defensiva de los visitantes frenó a Dak Prescott con una excelente cobertura a Amari Cooper, quien dejó de ser el blanco preferido del quarterback de Cowboys. Luego, el peso de la ofensiva recayó en Elliott, pero los frontales de Nueva Orleans dejaron en un promedio menor a tres yardas al líder de yardas de la NFL.
El último cuarto resultó de lo mejor de toda la campaña, y el dramatismo llegó al césped de Cowboys. Prescott tuvo una gran oportunidad con menos de tres minutos por jugar, pero un castigo de su línea, y que retuvo el ovoide demasiado tiempo, provocaron un fumble, y eso le abrió las puertas a Drew Brees.
Pero las ilusiones de Saints se esfumaron con la tercera intercepción para Brees. Jourdan Lewis se antició a un pase que iba con dirección a Michael Thomas, y casi del pasto levantó el balón para quedarse con él.
Adelantó el festejo
Michael Thomas, receptor de Nueva Orleans, celebró hace un par de semanas con un teléfono celular que dejó abajo de los postes, y lo sacó para simular una llamada después de una anotación. Ayer, hizo lo mismo, presagiando que volvería a entrar a las diagonales con el ovoide
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