Al concretarse la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que reemplazará al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Ottawa resaltó las ventajas que el acuerdo trilateral traerá para los negocios canadienses.
En el comunicado que emitió el Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá no se hace referencia al nombre impuesto por Estados Unidos, cuyas siglas son USMCA, sino al “nuevo acuerdo” que modernizará el TLCAN.
En los documentos canadienses sobre este tratado se está llamando “CUSMA”, poniendo a Canadá primero, aunque la negociadora Chrystia Freeland ha dicho que preferirá referirse a él como “el nuevo NAFTA”.
“El acuerdo modernizado preserva el acceso preferencial de Canadá a los mercados de Estados Unidos y México, asegurando que la gran mayoría del comercio trilateral permanezca libre de impuestos, algo que es vital para la continua prosperidad de los canadienses”, indicó el comunicado de la cancillería.
Se destaca que el nuevo acuerdo incluye una exención para una cantidad significativa de automóviles y partes de automóviles canadienses de posibles medidas arancelarias futuras de Estados Unidos bajo la sección 232 de su ley comercial.
Sin hacer mención a las tarifas al acero y aluminio impuestas por Estados Unidos sobre esa misma sección 232, que ensombrecen la firma de este viernes, Ottawa resalta que los negociadores canadienses lograron preservar “elementos clave” del TLCAN original, incluida la exención cultural y el uso de paneles binacionales para resolver disputas sobre obligaciones.
En su discurso de este viernes en Bueno Aires, el primer ministro Justin Trudeau se dirigió al presidente estadunidense, Donald Trump, y le recordó que por el bien de los trabajadores y las comunidades de la región es necesario eliminar las tarifas al aluminio y acero entre los tres países.
La principal negociadora canadiense, Chrystia Freeland, quien acompañó a Trudeau en la firma del tratado, expresó que en el largo proceso de renegociación para modernizar y actualizar el TLCAN, que llevó 14 meses, el objetivo de Canadá fue preservar los empleos de la clase media y fomentar el crecimiento económico.
“El nuevo TLCAN preserva el acceso libre de tarifas en el bloque comercial de América del Norte y asegura cadenas de suministro transfronterizas esenciales que hacen a América del Norte más competitiva a nivel mundial”, afirmó la canciller canadiense.
Ahondó que el gobierno canadiense está comprometido en salvaguardar los beneficios económicos y “prevenir amenazas económicas”.
Horas antes de esta firma, en donde se confirmó hasta el último día la presencia de Trudeau, el gobierno canadiense enfrentaba la presión de la oposición parlamentaria y de las asociaciones de productores de leche por no haber conseguido eliminar las tarifas al acero y aluminio y por haber abierto 3.6 por ciento su mercado de lácteos.
jhs