La llegada de Claudia Sheinbaum a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México ha creado expectativas a escala internacional. Una de las urbes que ya demostró la intención de establecer una amplia colaboración es Buenos Aires, Argentina, afirmó Fernando Straface, secretario general y de Relaciones Internacionales del Gobierno de la capital argentina.
El funcionario estará presente en la toma de protesta de Sheinbaum y en un acercamiento le entregará una carta oficial del gobernador de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, en la que la invita a ella y a su gabinete a visitarlos para tener una jornada de trabajo.
En una entrevista con 24 HORAS, refirió que hay expectativa positiva por la llegada de la representante de Morena, pues, dijo, tiene una visión de un Estado presente y al mismo tiempo con integración global.
De acuerdo con Straface, destaca que se trate de una mujer, pues ello podría marcar una tendencia para toda la región, a nivel gobierno.
La Ciudad de México y Buenos Aires, junto con Sao Paulo, Brasil, son las metrópolis de mayores dimensiones en la región y, como ciudades globales, comparten muchos desafíos, entre ellos el combate al cambio climático, cuyos efectos tienen consecuencias a escala mundial, mencionó el experto en temas de buen gobierno. En ese sentido, consideró que hay un área de oportunidad para que generen políticas que corrijan la emisión de gases de efecto invernadero.
“Todos tenemos que mejorar la matriz energética; para eso hay que mejorar las condiciones de transporte público para desalentar el uso del auto”, mencionó.
Otra coincidencia que ayudaría a impulsar proyectos de cooperación es el emprendedurismo, con industrias basadas en el conocimiento. Hay mucha densidad universitaria y presencia de industrias creativas como son el diseño y la tecnología, aseguró.
Cuestionado sobre qué proyecto de Buenos Aires podría ser replicado en la CDMX, mencionó uno llamado Distrito Tecnológico, en el Barrio de Parque Patricios, una zona que tuvo un abandono en desarrollo urbano durante 30 años.
En ésta se promovió la instalación de empresas de base tecnológica, mediante incentivos fiscales. “Después de cinco años cambió la fisonomía urbana; la misma sede del Gobierno se instaló en el barrio”.
Para impulsar este tipo de planes, explicó, es necesario que exista un sector privado dispuesto a emprender y a invertir a mediano plazo. Es fundamental la inversión; lo mejor que puede hacer el Estado es abrirse a la inversión pública-privada, sostuvo.
LEG