ATENAS.- Miles de personas se manifestaron hoy en Atenas en recuerdo de Alexis Grigorópulos, el adolescente de 15 años asesinado por un policía en 2008, en unas protestas que han obligado a cerrar el centro de la ciudad y han derivado en enfrentamientos violentos.
Al mediodía, centenares de estudiantes marcharon bajo el lema “Aún no hemos dicho la última palabra. Estos días están dedicados a Alexis” y, a la mitad del recorrido, algunos encapuchados se separaron del grupo para destrozar mobiliario urbano y lanzar piedras a edificios públicos.
La Policía respondió con el lanzamiento de gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Durante la tarde, tras otra protesta pacífica donde según la Policía participaron casi 2.000 personas, un grupo de jóvenes montó barricadas y prendió fuego a varios contenedores en el barrio de Exarjia -conocido por su carácter anarquista- donde murió Grigorópulos hace diez años.
Además, lanzaron cócteles molotov -algunos de los cuáles prendieron fuego a un piso y a un balcón- y piedras a los agentes que se encontraban al otro lado de las barricadas, quienes respondieron nuevamente con gases lacrimógenos.
Los enfrentamientos se saldaron con al menos veintisiete detenidos, uno con una herida leve en la cabeza.
A lo largo del día el centro de la capital helena se vio bloqueado por estos disturbios, varias calles principales como Panepistimiu, Stadiu o Vasilissis Sofias fueron cerradas al tráfico y las paradas de metro Panepistimio y Syntagma -bajo el Parlamento- fueron cerradas a su vez.
“Diez años después del asesinato de Alexandros Grigoropúlos, las demandas de los jóvenes siguen al orden del día: Contra la arbitrariedad, la autocracia, el miedo y el totalitarismo que busca poner a la sociedad a un lado”, resaltó hoy el primer ministro griego, Alexis Tsipras.
El 6 de diciembre de 2008, un policía disparó a un grupo de jóvenes en el barrio ateniense de Exarjia entre los que se encontraba Grigorópulos, de 15 años, quien murió en el acto.
Este asesinato provocó el estallido de una revuelta ciudadana que duró veinte días y se extendió por todo el país.
Desde entonces, cada 6 de diciembre se celebran manifestaciones en su recuerdo después de las cuales suelen haber disturbios.
La madre de Grigorópulos, Gina Tsalikián, lamentó los enfrentamientos porque “empañan la memoria” de su hijo, según declaró al canal privado griego Ant1, y exhortó a evitarlos.
“Niegan la memoria de Alexandros con su comportamiento y, por extensión, afectan el honor y la reputación de nuestra familia”, añadió.
Hoy también se han celebrado protestas en otras ciudades del país como Salónica, la segunda más habitada, donde los enfrentamientos entre manifestantes y policía, así como los destrozos de mobiliario público, fueron especialmente intensos.
Al final de la tarde una parada de metro en construcción en el centro de Salónica se vio envuelta en llamas por los cócteles molotov.
Además, la facultad de Teología de la Universidad Aristóteles de Salónica fue ocupada por grupos antisistema, que bloquearon la entrada del edificio con muebles de las aulas.
gac