Con 66 votos a favor, 44 votos en contra de los senadores de oposición y una abstención, el Senado de la República aprobó modificaciones a la Ley Federal de las Entidades Paraestatales, lo que permite al escritor Paco Ignacio Taibo II ser, oficialmente, el director del Fondo de Cultura Económica (FCE).
Lo anterior, luego de que el 29 de noviembre pasado , las comisiones de Igualdad de Género y Asuntos Legislativos Segunda, del Senado de la República, determinaran retirar del orden del día el dictamen por el que se discutiría la denominada ley Taibo, que elimina el requisito de nacionalidad mexicana por nacimiento que se pide para los titulares de entidades paraestatales, entre ellas el FCE.
Senadores de oposición manifestaron que esta reforma representa un “traje a la medida” para el escritor de origen español, quien fue propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para dirigir el FCE.
“Es un gran traje a la medida”, expresó el vice coordinador del PRI, Manuel Añorve; mientras que la senadora del PAN, Xóchitl Gálvez advertía sobre el pésimo mensaje que manda el Senado.
“Como dijera Paco Ignacio Taibo, a las cosas hay que llamarlas por su nombre, ahí sí que coincido con él, y éste se llama traje a la medida, no tengan la menor duda (…). Es un pésimo mensaje que no deja de encender luces de alarma sobre lo que puede suceder cuando se ignora la ley, se impone una voluntad: ¡Porque yo digo! Taibo ha luchado toda su vida contra eso”, refirió Gálvez.
Argumentaron que su voto en contra obedeció a la falta de respeto que manifestó Taibo II hacia el Senado (cuando pronunció la frase “se las metimos doblada”) por lo que expresaron su preocupación de que el titular de la editorial más importante del Gobierno insulte a las instituciones.
En tanto, los senadores de Morena, PT y Encuentro Social rechazaron que se trate de una “ley a modo” y defendieron la trayectoria del escritor.
La senadora de Movimiento Ciudadano, Verónica Delgadillo, consideró lamentable que el Senado se convierta en una Cámara de trámite para los caprichos del Presidente, a quien exhortó a valorar el peso de las palabras.
dpc