El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció hoy que presentará al Congreso una iniciativa para cancelar la reforma educativa aplicada durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018).
La cancelación de la reforma educativa promulgada en 2013 por el Congreso de la Unión fue uno de los compromisos de campaña de López Obrador.
“Mañana les voy a presentar la iniciativa que vamos a enviar al Congreso para cancelar la mal llamada reforma educativa”, afirmó López Obrador en una rueda de prensa tras anunciar en Jojutla, centro del país, un plan de reconstrucción por los sismos de septiembre del año pasado.
El presidente aseguró que su iniciativa propondrá cambios al artículo de la Constitución para garantizar el derecho a la educación, “sobre todo la educación gratuita y de calidad en todos los niveles de escolaridad”.
Aseguró que su Gobierno divulgará todo sobre el nuevo programa educativo, que contempla que nadie se quede sin el derecho a estudiar, que se garantice el derecho a todos los mexicanos al estudio y que la educación que se imparta sea de calidad.
El mandatario ofreció firmar ante la prensa la iniciativa este miércoles para enviarla de inmediato al Congreso aunque está por definirse si la cámara de origen será la de Diputados o Senadores.
Para darle forma a la iniciativa de López Obrador, durante el periodo de transición entre el Gobierno saliente y el entrante, se llevaron a cabo una serie de foros educativos que contaron con la participación de autoridades, docentes, alumnos y padres de familia.
Durante la presentación del plan de reconstrucción en Jojutla, una de las poblaciones más afectadas por los sismos de 2017, López Obrador señaló que el Gobierno anterior hizo creer que la educación era el problema.
“Está muy mal la educación, dijeron, pero esto fue un plan que impusieron desde el extranjero con las llamadas reformas estructurales (de Peña Nieto) y se fueron en contra de los maestros como nunca se había visto”, apuntó.
López Obrador dijo que mediante una campaña publicitaria se dedicaron “a desprestigiar a los maestros para imponer la mal llamada reforma educativa”.
La reforma educativa de Peña Nieto fue rechazada por la disidencia magisterial por considerarla como un atentado a sus derechos laborales.
Entre las disposiciones de la reforma estaba la de otorgar nuevas plazas laborales solo por concurso y no de forma automática para los egresados de las escuelas normales como ocurría en el pasado.
Asimismo, se señalaba a la evaluación como obligatoria para los docentes, que en el supuesto de no aprobarla en tres intentos se enfrentaban a sanciones, reasignaciones o incluso a la posible pérdida de su plaza.
marg