Morena en la Cámara de Diputados oficializó la muerte del polémico Ramo 23, que se utilizaba para “el desarrollo regional’’, pero que en realidad servía para extorsionar a presidentes municipales.

Para los famosos “moches’’, pues.

La desaparición de este ramo fue sustituida por un incremento de 102 mil millones de pesos que serán repartidos directamente a los estados, de acuerdo a una fórmula preestablecida.

Estos 102 mil millones de pesos forman parte de los recursos federales participables; en otras palabras son recursos de los estados y municipios, producto de la recaudación de impuestos como el IVA, ISR y sobre nómina.

En cambio, el Ramo 23 se constituía como una bolsa en la que entraban recursos igualmente de los impuestos, pero también de las utilidades de las empresas productivas de los estados, entre otros.

El caso es que el famoso fondo de los moches no va más, lo cual debe verse como un acierto del nuevo Gobierno.

Pero lo que no checa es el porqué el presidente de la Comisión de Presupuesto, Alfonso Ramírez Cuéllar, no se los aclaró a los casi dos mil presidentes municipales de todo el país que llegaron a San Lázaro a presentar 10 mil 500 proyectos de desarrollo municipal, si de antemano se había proyectado desaparecer dicho fondo.

También queda la duda si los gobernadores serán los encargados de distribuir –y sobre qué base- los recursos que le correspondan a sus respectivos estados a los municipios.

La pregunta más importante es, sin embargo, si estos 102 mil millones de pesos extra serán manejados o no por los superdelegados, toda vez que quedó clarito ayer que ni el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, ni los diputados de Morena confían en el manejo transparente del presupuesto.
Al menos no de los gobernadores de oposición.

¿Será que los gobernadores quemaron su pólvora en el infiernito de la seguridad a cargo de los superdelegados cuando el problema real era el manejo del presupuesto?

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La molestia de los rectores universitarios por la reducción de su presupuesto para el próximo año fue respondida por el secretario Urzúa con una frase lapidaria: se les redujo el presupuesto en el gasto operativo porque no lo ejercían con transparencia, y eso daba origen a la corrupción.

Órale.

Los rectores no se quedarán quietos, y hoy por la mañana un grupo de ellos se reunirá con la presidenta de la Comisión de Hacienda, la panista Patricia Terrazas, y diputados del blanquiazul para explicarles los alcances de los recortes.

La bancada de Morena en San Lázaro pretende que la Ley de Ingresos se apruebe hoy para que el Senado haga lo propio el jueves, pero la oposición, encabezada por el PAN, tratará de alargar el trámite por lo menos hasta el jueves próximo a fin de dar entrada a las inconformidades de varios sectores.

Por lo pronto, la educación superior de calidad, dicen algunos rectores, está en veremos por el recorte de recursos, y a pesar de que López Obrador se comprometió a crear 100 universidades en 2019.

Veremos.

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De verdad que hay cosas que uno no se explica, como el hecho de que la candidata a magistrada Loretta Ortiz Ahlf haya renunciado a su militancia en Morena con el fin de evitar que se cuestione su idoneidad para ocupar un lugar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

¿Con renunciar a su militancia renuncia igualmente a su formación política e ideológica?

¿Cómo la ven?