La primera ministra británica, Theresa May, aseguró hoy que revelará los resultados de su diálogo con la UE para mejorar el acuerdo de “brexit” cuando el Parlamento de Londres reabra el 7 de enero, si bien declinó dar detalles sobre las negociaciones previstas.
En su comparecencia semanal en la Cámara de los Comunes, May insistió en que las conversaciones con la Unión Europea “siguen en marcha”, a pesar de que el Parlamento británico cierra el viernes hasta el 6 de enero por el receso navideño y la Comisión Europea ha indicado que no hay nada programado.
Además, el próximo Consejo Europeo está agendado para el 21 de marzo, apenas unos días antes de que el Reino Unido abandone el bloque europeo el 29 de ese mes.
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, acusó a la líder conservadora de estar perpetrando “una maniobra cínica” para agotar el tiempo y que los diputados no puedan examinar otras alternativas si el pacto gubernamental de “brexit” es rechazado.
Corbyn reclamó a May que permita votar el acuerdo esta misma semana, a lo que ésta se negó diciendo que ya se ha comprometido a someter un texto a votación la semana del 14 de enero -más de un mes después de la fecha inicialmente prevista del 11 de diciembre-.
“Esto no es estoicismo, es cinismo”, dijo el socialista, en alusión a la aparente obstinación de la primera ministra en defender su acuerdo de salida de la UE cuando los Comunes ya han indicado que lo rechazan.
May instó a Corbyn y a toda la cámara a “asumir su responsabilidad” con el mandato del referéndum de 2016, que dio la victoria al “brexit”, y aprobar el tratado consensuado con Bruselas, y acusó a su rival de “no tener ningún otro plan”.
Aunque la líder “tory” insiste en que conseguirá concesiones de Bruselas, su Gobierno anunció ayer que ha acelerado los preparativos para una posible salida de la UE sin acuerdo dentro de cien días.
Por otra parte, May se reunirá hoy con los representantes de los Gobiernos autonómicos para tratar de que acepten su acuerdo, algo que parece improbable dadas las continuas críticas al plan de los líderes de Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
jhs