Para comenzar el año, me gustaría abordar una palabra que representa también un estilo de personas que se expresan en su arreglo personal sin miedo a lo que los demás puedan pensar de ellos.
La RAE la define como la facultad de crear, capacidad de creación. Para las personas creativas lo establecido suele ser aburrido, con estructura rígida, algo que ya está gastado, nada original.
Las personas de estilo y mente creativa, han nacido sin ese miedo a lo que los demás puedan pensar de ellos. Fluyen libremente con sus ideas y las plasman en casi todo lo que hacen.
Su forma de vestir rompe lo establecido, por poner un ejemplo, podemos ver a una persona en un evento formal llevar un elegante vestido de noche cuidando cada detalle, desde el peinado, los accesorios con un exquisito buen gusto y, repentinamente, vemos que trae unas botas industriales de color contrastante.
Los creativos llevan por lo regular prenda sobre prenda, eligen todo de buena calidad y les gusta hacer algunos accesorios con sus propias manos. Son enemigos de comprar en tiendas donde saben que verán su ropa en otra persona por la calle.
Les gusta llevar el cabello de todas las formas inimaginables, que pueden ser desde cortes tradicionales, risos, lacio, oscuro o todos los anteriores combinados. Es seguro que volteas a verlos en la calle o cuando llegan a un lugar.
Eso no quiere decir que su ropa o accesorios sean baratos, si no todo lo contrario, invierten tiempo y dinero en lo que usan.
Pueden llevar un traje de vestir, cuidando la camisa y todos los accesorios de buena calidad y, coronando el outfit, un sobrero vaquero y unas botas de piel de cocodrilo.
Cuando una persona creativa ve su atuendo es imitado por alguien más, pierde para él o ella la originalidad, ha pasado de ser único y pasa a otra cosa.
Los buscadores de moda tratan de seguir igual o haciendo cambios al estilo de las personas creativas, de hecho, todos tenemos algo de creativo, pero nos hemos acostumbrado a ser seguidores de alguien más y hemos olvidado esa originalidad en algunos aspectos de nuestra vida.
Sin llegar a los extremos de la creatividad, atrévete llevar en tu arreglo personal el vestido que siempre quisiste comprar, las botas o el bolígrafo que te llamo la atención y que pensaste que era excesivo.
Regalémonos esos detalles personales ahora, detalles que nos hagan sonreír cuando los usemos. Seamos originales, es una condición natural humana, dejemos un poco de lado los patrones establecidos y soltemos nuestra imaginación para usar esa prenda, ese color o textura que no nos atrevemos a llevar, seamos creativos.
Impregna en tu arreglo personal tu parte creadora.