La estrategia del presidente estadounidense, Donald Trump, para construir su prometido muro se encamina a presionar al Congreso y buscar el apoyo en la opinión pública, para lo cual anunció un mensaje a la nación sobre la crisis en la frontera y una visita a la zona limítrofe con México.
En la tercera semana de un cierre administrativo sin visos de solución, Trump buscará sumar apoyos en la opinión pública al abordar en una alocución que se transmitirá este martes en un horario de máxima audiencia la "crisis" que vive el país en la frontera sur, a la que llegará dos días después para reunirse con las autoridades en la zona.
"Me complace informarles de que me dirigiré a la Nación sobre la crisis humanitaria y de seguridad nacional en nuestra frontera sur", dijo Trump en su cuenta de Twitter, al tiempo que especificó que el mensaje será a las 9:00 de la noche.
El jueves visitará la frontera, sin precisar hora y lugar, y que se reunirá "con quienes se encuentran en la primera línea de la crisis de seguridad nacional y humanitaria", señaló la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en Twitter, y agregó que "pronto se anunciarán más detalles" del viaje.
El Gobierno de Trump afronta desde el 22 de diciembre el cierre del 25% de la Administración, situación que afecta a 800 mil empleados que han dejado de percibir su salario y ha trastocado el funcionamiento de distintos espacios turísticos o las actividades de agencias a las que no se les han asignado nuevos recursos.
Durante el fin de semana, el vicepresidente, Mike Pence, y un equipo de la Casa Blanca se reunió con el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, buscando una salida a la paralización parcial, pero las negociaciones terminaron sin mayores progresos.
La financiación del muro, para cuya construcción el Gobierno requiere cinco mil 600 millones de dólares, se ha convertido en un obstáculo insalvable para Trump y los demócratas, que con la llegada de Pelosi a la presidencia de la Cámara Baja han endurecido su posición.
En medio de este panorama, Trump ha hablado de la posibilidad de declarar la emergencia nacional como una vía para facilitar la construcción del muro y ha anticipado que evalúan erigir una barrera de acero, en lugar de concreto, que se fabricaría en Estados Unidos.
Pero en el día a día parecen otras las preocupaciones de los estadounidenses, entre ellas la posibilidad de que se retrase la devolución de los impuestos retenidos de más por la administración.
Por el cierre, apenas trabaja un 12 % del personal del Servicio de Rentas Internas (IRS), la agencia encargada de la recaudación de impuestos, lo que pone en peligro que las devoluciones se hagan a tiempo, ya que en 2018 la campaña comenzó el 29 de enero.
El director interino de presupuesto de la Casa Blanca, Russell Vought, aclaró este lunes que los desembolsos saldrán y que buscan que el cierre parcial sea "lo menos doloroso posible con la ley", según indicaron medios locales.
La paralización, la tercera del Gobierno de Trump, ha atizado también los ataques del gobernante hacia los medios de comunicación y este lunes tildó de "locos lunáticos" a los periodistas críticos con su presidencia.
Se quedan sin sueldo
El cierre parcial del Gobierno de EU que se ha prolongado por el desacuerdo de Donald Trump y el Congreso para contruir un muro en la frontera con México afecta a 800 mil de los 2.1 millones de trabajadores federales que no reciben sueldo.
Desde el 22 de diciembre, 420 mil de esos trabajadores federales están obligados a trabajar sin recibir pago, tal es el caso de Jessica Caraballo, quien narró a CNN sus preocupaciones.
"La renta se vence, la factura de luz, la factura de gas, la factura de mi auto vence el 26", dijo Caraballo. "Ya recibí mi último cheque de pago y no hay ningún cheque por venir", agregó en entrevista con la cadena estadounidense.
Caraballo está resfriada desde hace una semana, pero dijo que no puede perder un día de trabajo, incluso si no está segura de cuándo le pagarán.
"Sé que tengo un compañero, pero él no puede hacerlo todo solo. Se necesitan dos personas en un hogar para mantenerlo a flote", dijo la mujer de 31 años y con 3 hijos.
LEG