Rusia reconoció la existencia de un sistema de misiles de crucero -que llevó a Washington a amenazar con renunciar al tratado de desarme INF de 1987-, pero negó que viole el pacto, dijeron el lunes funcionarios de Estados Unidos y diplomáticos de la OTAN.
Dos semanas antes de que Estados Unidos se retire del tratado, que mantiene a los misiles con capacidad nuclear fuera de Europa, el embajador para el desarme de Washington en Ginebra dijo que aún había tiempo para que Rusia destruya el sistema.
“No cederemos a ningún ultimátum como liquidar o eliminar misiles que no estén dentro las prohibiciones consideradas en el tratado”, dijo a Reuters el diplomático ruso Alexander Deyneko, después de una sesión de la Conferencia de Desarme patrocinada por la ONU.
Rusia había negado que hubiese desarrollado lo que la inteligencia de Estados Unidos llama el sistema de misiles de crucero SSC-8/9M729.
Diplomáticos de la OTAN dijeron que Moscú ahora reconocía su existencia, pero argumentaron que su alcance se encontraba dentro del límite de 500 kilómetros establecido por el tratado de Fuerzas Nucleares de alcance intermedio (INF).
El embajador estadounidense Robert Wood dijo que el sistema es una “amenaza potente y directa para Europa y Asia”, ya que tenía un rango de 500 a 1,500 kilómetros, infringiendo un tratado diseñado para evitar ataques rápidos.
“Rusia debe destruir de manera verificable todos los misiles SSC-8, lanzadores y equipos asociados para volver a cumplir con el Tratado INF”, dijo Wood.
La diferencia prepara el escenario para que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumpla su amenaza de comenzar a retirarse del pacto el 2 de febrero, lo que potencialmente permitirá a Washington desarrollar sus propios misiles de mediano alcance.
gac