A la opinión pública y a la opinión publicada es necesario integrar la dimensión de aquella que es compartida en las redes sociales. No es ningún hallazgo que desde hace varios años, cualquier historia de cualquier usuario tiene el potencial para volverse viral.

Lo es, aún más, si se relaciona con un tema sensible para todos: en este caso, la seguridad. El 14 de enero de 2019, Grace Orihuela contó en Twitter la historia de lo que ella describió como un intento de secuestro en el Metro. A los pocos minutos, el hilo ya tenía cientos de reacciones. Hoy ya no existe; Grace lo borró sin que sepamos por qué tomó esa decisión.

Lo que sí queda claro a semanas de distancia es que ella abrió una conversación a la que se han sumado muchas otras usuarias de esa red y de Facebook. Existe, entonces, un clima en las redes, pero ¿corresponde con la realidad? Percepción es realidad, dicen. Pero para fines de prevención del delito se requiere un poco más de rigor y cuidado en lo que creemos y creamos.

La forma más eficiente que la autoridad tiene de dar seguimiento al delito y actuar para prevenir el mismo son las denuncias. Y hoy, aunque hay muchos hashtags llamando a una causa absolutamente legítima y con la que todos estamos identificados -la de una vida libre de violencia hacia las mujeres-, no existe una sola carpeta de investigación por intento de secuestro en ninguna de las 195 estaciones de ese sistema de transporte colectivo.

Así lo apuntan los datos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, los de la Secretaría de Seguridad Ciudadana e incluso las notas periodísticas que se han encargado de dar seguimiento puntual a la narrativa virtual de las mujeres que han elegido revelar sus historias de intento de secuestro en sus redes personales.

Se estima que 90% de los delitos no se denuncian. Las razones son diversas, y van desde la falta de tiempo para acudir a una agencia del Ministerio Público, hasta la falta de confianza por parte de la ciudadanía en el proceso para dar seguimiento y castigo a quienes hayan cometido el ilícito.

Vivimos todavía una especie de inercia en materia de seguridad que se deriva del abandono que padeció este tema, este derecho, central en la pasada administración. La línea de colaboración que ha establecido la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, con su gabinete de Seguridad, el monitoreo y la revisión diaria de la materia y la apertura que ha mostrado para enfrentar la inseguridad y recuperar la confianza de la ciudadanía es un proceso que se encuentra en marcha.

Ayer mismo, ella y el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta, se comprometieron a contactar a quienes han denunciado en redes sociales los supuestos intentos de secuestro. No recuerdo si algo semejante había sucedido, ya que esto nos habla de un nivel de apertura y disposición a entender y atender todo aquello que se registra incluso en las redes sociales.

@guerrerochipres