No, esto no es una historia surgida de la ficción. Es real, y refleja el doble discurso que caracteriza a los nuevos tiempos mexicanos. En 2017, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) culminó una investigación sobre un caso de presunto desvío de fondos y lavado de dinero por varias decenas de millones de pesos. Entre los señalados destacan la esposa del líder de un partido político y el dirigente de la misma organización en un estado del centro del país.
De acuerdo con las indagatorias federales, en 2017 el Gobierno de Nuevo León depositó 100 millones de pesos en la cuenta personal de la cónyuge del líder partidista. Los recursos debían ser destinados a los Centros de Desarrollo Infantil (CENDIS), operados por una organización abiertamente identificada con el partido político en cuestión. Sin embargo, dicho monto fue transferido a la cuenta privada de la referida persona, sin que fuera declarado como ingreso ante el fisco.
La autoridad siguió con lupa el recorrido del dinero depositado de forma irregular. Del total de los recursos mencionados, la esposa del dirigente partidista transfirió 62 millones a un fondo de inversión personal. El resto fue enviado entre el 2 de febrero y el 13 de junio de 2017 a tres cuentas bancarias que estaban a nombre de diversos prestanombres. Uno de ellos, el dirigente de ese instituto político en un estado del Bajío, recibió 12.9 millones, mismos que fueron retirados por él mismo, en efectivo, a través de 11 operaciones.
En octubre de ese mismo año, el líder estatal fue detenido y vinculado a proceso por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita. El entramado llevó a la PGR a congelar las cuentas bancarias de la mujer del dirigente partidista, a quien también se le giró una orden de captura.
Con los resultados electorales del 1 de julio pasado todo cambió. En febrero del año pasado, el entonces candidato presidencial de Morena ofreció acabar con lo que él consideró como una persecución en contra de la dirigencia de su partido aliado. Antes de la toma de posesión del 1 de diciembre, sin dar mayores explicaciones, la PGR se echó para atrás y retiró las acusaciones.
Hoy, María Guadalupe Rodríguez, esposa del líder nacional del Partido del Trabajo, Alberto Anaya, y quien fungía como dirigente de esa organización en Aguascalientes, Héctor Quiroz, pueden seguir libremente con el negocio de las guarderías. En octubre pasado, el entonces Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sumó a su equipo de trabajo a la promotora del cuidado infantil, sin que se le asignaran responsabilidades concretas. Señal de los nuevos tiempos que nos ha tocado vivir.
Segundo tercio. Finalmente tomó la decisión. No le importó la derrota y siguió construyendo. Consciente de su prestigio, volverá a competir por la Presidencia de la República. Bernie Sanders irá por la primera magistratura de Estados Unidos en 2020.
Tercer tercio. Pasan los meses. El cambio trajo consigo nuevos ciclos. La memoria empieza a hacer su trabajo y quedan ya en el olvido muchas cosas.
La vida sigue.