La terrible derrota electoral del Partido Revolucionario Institucional vino acompañada de una bocanada de aire fresco: se quitaron de encima a un grupo de líderes sin fuerza, acartonados, impuestos desde Los Pinos y con cero carisma.
Con el triunfo de López Obrador, los tricolores se quitaron al jefe, y al redactor de las absurdas listas. Sí, con la llegada de Morena a Palacio Nacional los priistas otra vez son libres, y el partido revivió: hoy la base está atolondrada -sin puestos gubernamentales-, pero activa y haciendo planes, ya que no habrá dedazo presidencial en cada distrito electoral.
Suena contradictorio, pero el PRI funciona mejor sin Presidente de la República; hoy, los 12 gobernadores son los verdaderos líderes partidistas en sus respectivas entidades. De igual manera los alcaldes priistas son jefes de su tribu municipal.
Con la derrota de Peña Nieto y sus acompañantes pseudotricolores, el PRI está abollado, convaleciente, aturdido, enojado, pero aún vivo. El PRD, por su entrega a la derecha, escucha sus estertores mortuorios. El PAN ganó la Presidencia, otra vez se la robó, pero perdió el partido.
¿Quién puede emocionar al priismo, cuando ocho de cada 10 mexicanos apoyan el modelo de país que ofrece AMLO? Solamente dos jóvenes con experiencia: Ivonne Ortega Pacheco y Alejandro Moreno Cárdenas.
De la yucateca hemos hablado en varias ocasiones, y algunos analistas afirman que este arroz ya se coció: ella recibirá las llaves del despacho de Claudia Ruiz Massieu.
El nacido en Campeche en 1975 es abogado, fue líder tricolor en la entidad que hoy gobierna, diputado federal dos veces y senador de la República.
Alito, como lo apodan sus amigos, ofrece que su partido se convierta en la nueva alternativa política ante la fuerza de la 4T; “a la distancia, mi militancia es irrenunciable, mi lealtad intacta, mi orgullo de ser priista está en lo más alto, el PRI es mi casa política por siempre”, señaló el gobernador al registrar su aspiración para dirigir su partido.
El presidente de la Conago es bien visto por el nuevo Gobierno, porque se convirtió en un gran interlocutor entre la secretaria de Gobernación (Olga Sánchez Cordero), Alfonso Durazo Montaño (secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana), Luis Cresencio Sandoval (secretario de la Defensa Nacional), José Rafael Ojeda Durán (secretario de Marina), Zoé Robledo (subsecretario de Gobernación y sus 12 correligionarios.
¿Alguien tiene duda de sus buenos oficios, después de que se votó por unanimidad la creación de la Guardia Nacional?
¿Alguien tiene duda de que irá a los Congresos locales, y los votos de los diputados tricolores irán en el mismo sentido que los guindas?
Antes de que inicie la segunda semana de marzo estará en operaciones la Guardia Nacional, y habrá sido, en buena medida, por el cabildeo del gobernador de Campeche.
La renovación de la dirigencia tricolor está en manos de los gobernadores José Ignacio Peralta Sánchez (Colima), Miguel Riquelme (Coahuila), Alfredo del Mazo (Estado de México), Héctor Astudillo (Guerrero), Omar Fayad (Hidalgo), Juan Manuel Carreras López (SLP), Claudia Pavlovich Arellano (Sonora), Quirino Ordaz Coppel (Sinaloa), Alejandro Murat (Oaxaca), Marco Antonio Mena Rodríguez (Tlaxcala) y Alejandro Tello Cristerna (Zacatecas), y varios de ellos no ven nada mal a su homólogo Alejandro Moreno.
Alito está en la pelea, y ofrece convertirse en líder de la oposición, sin servilismo. Sabe que serán derrotados de nuevo en 2019, y que la pelea tendrá que darse en el muy cercano 2021.
¿Logrará Alito convertirse en líder de la oposición?
@GustavoRenteria
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