Este miércoles concluyen las campañas político–electorales. Y éstas no estuvieron exentas de escándalos, imágenes, frases, momentos chuscos, de confrontación y mentiras de los cuatro candidatos presidenciales. También hubo elementos exógenos, como la aparición del movimiento #YoSoy132.

 

Durante 90 días, Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri de la Torre se lanzaron a la conquista del sufragio. Encuentros públicos y privados; concentraciones masivas y reuniones bis a bis, spots de radio y televisión, todo para colocarse en la preferencia de casi 80 millones electores.

 

 

Mal inicio

 

Josefina Vázquez Mota tuvo un inicio accidentado. A la distancia, parecería el augurio de una campaña difícil. Se enfrentó a la resaca de la confrontación interna, a errores de logística de su equipo y a las confrontaciones e interrupción de actos, como el que protagonizaron los trabajadores de Mexicana de Aviación.

 

A los cinco días, tuvo un desvanecimiento en plena reunión con organizaciones civiles. Unas horas después, apareció ante cámaras haciendo ejercicio, para un control de daños. Nunca más se le vio en el gimnasio.

 

Los cambios, ajustes e improvisaciones estuvieron presentes en buena parte de los tres meses de proselitismo. El primero ocurrió el 9 de abril, cuando decidió dar el “golpe de timón”, para concluir con los conflictos internos y trabajar juntos hacia el triunfo. El menos trascendente, pero simbólico fue el del nombre del vehículo de campaña; pasó de “Pinabús” a “La Jefa”.

 

 

Su momento cumbre fue en el segundo debate, organizado por el IFE, cuando tundió a sus tres contrincantes, de quienes casi no obtuvo respuesta

 

 

“Del golpe de timón” al “cuchi chuchi”

 

“He tomado decisiones importantes. He decidido dar un golpe de timón, le he exigido al partido que dejemos atrás los conflictos internos y que, de una vez por todas, nos pongamos a trabajar juntos por la victoria”. (9 de abril, Distrito Federal)

 

“Voy a fortalecer el lavado de dinero”. (30 de marzo, en Teziutlán, Puebla)

 

“Yo voy a ser una presidenta con falda, pero eso si: con muchos pantalones”. (Spot)

 

“Afuera el fuero. Que nunca más un político delincuente se sienta protegido”. (Spot)

 

A Peña Nieto “Yo no quiero para México alguien que venga a pedir que se le revise la tarea (Durante el segundo dabate sobre los compromisos cumplidos de EPN)”.

 

En el segundo debate, cuando pidió imaginar a todos los candidatos como si fueran mujeres.

 

“¡Ay de aquella pareja que no vaya! (a votar), porque no le hacemos cuchi cuchi en un mes”. (14 de junio, Mazatlán, Sinaloa)

 

El puntero

 

Enrique Peña Nieto empezó la campaña como puntero de las encuestas. Crecer más, era prácticamente imposible. Por ello, el objetivo era administrar esa amplia ventaja sobre sus contendientes. Llegó también con el estigma de la Feria Internacional del Libro, en Guadalajara, en la que trastabilló cuando le preguntaron sobre los tres libros que marcaron su vida.

 

Prometió hacer recorridos por toda la República, firmando compromisos. Y así se la pasó, los primeros días de actividades proselitistas. Hasta que, el 11 de abril, después del “golpe de timón” de JVM, aparecieron también los spots panistas de la campaña “Peña Nieto miente; no cumple”.

 

Y cambió, tuvo que adaptarse a la nueva circunstancia. Dejó a un lado los spots de compromisos e hizo frente a la situación. A pesar de esos spots negativos en su contra, siguió al frente de las encuestas. Bajaron, si, las opiniones favorables, pero nada más.

 

No tuvo momentos cumbre, pero en los retos que enfrentó salió bien librado.

 

 

 

Si la TV hiciera presidentes

 

“Si la televisión hiciera presidentes usted (AMLO) sería presidente”. (6 de mayo, en el primer debate)

 

“Podré no recordar el nombre de algún autor, pero debe quedar muy claro: Lo que no se me olvida es la violencia, la pobreza y la desesperanza que vive México”.

 

“No está conmigo (Carlos Salinas), ni lo estará… lo juro“. (Entrevista para MVS)

 

“La guerra sucia de hace seis años nos separó, provocó pleitos aun dentro de las propias familias. Ya lo vivimos y aprendimos que un país dividido se debilita y no avanza. Por eso, yo no voy a dividir a México”. (Spot)

 

“Ese es mi compromiso y tú sabes que voy a cumplir”. (Cierre de los spots)

 

 

Amoroso busca la reconciliación

 

 

Andrés Manuel López Obrador, con su nuevo discurso de la república amorosa, llegó a la contienda electoral en búsqueda de la reconciliación con aquellos que se sintieron ofendidos por los conflictos poselectorales del 2006. Sin embargo, ante los suyos, insistía en el viejo discurso; entró a la contienda bajo la consigna de que los poderosos, en particular los de los medios de comunicación, quieren imponer a Peña Nieto.

 

Recorrió el territorio nacional como ningún otro aspirante. Antes de llegar a la mitad del periodo de campaña, ya había visitado las 32 entidades federativas. Con sus conferencias de prensa mañaneras, trató de marcar la agenda del día. La mayoría de las veces, no lo consiguió.

 

Presentó varios decálogos, pero la mayoría de sus propuestas fueron las del 2006. Dio a conocer los nombres de quienes, en caso de ganar la contienda, serán sus principales funcionarios.

 

Al final de la campaña, recurrió a sus sospechas de fraude y de descalificación de la autoridad electoral.

 

 

 

Masoquismo colectivo y el despañadero

 

“Las encuestas están copeteadas. Por eso no nos dejemos apantallar, nos pueden llevar al despeñadero”. (30 de marzo, DF).

 

“Nos va a ir bien. En caso que los ciudadanos decidan que quieren más de lo mismo, si se da una especie de masoquismo colectivo, tengo que aceptarlo”. (2 de mayo, Tijuana, BC).

 

“Tengo 58 años, lo que pasa es que estoy aflojado en terracería”. (10 de junio, segundo debate, Guadalajara, Jal)

 

“Yo no soy un ambicioso vulgar. No es la lucha del poder por el poder. No estoy obcecado de poder. (7 de junio, entrevista Televisa, DF).

 

“Yo tengo tres principios: no mentir, no robar y no traicionar”. (30 de marzo, DF)

 

El presupuesto es de 3 billones 700 mil millones de pesos. Somos 28 millones de familias en el país. Si ese dinero se distribuyera en partes iguales, nos alcanzaría para entregar 11 mil pesos mensuales por familia”. (10 de junio, segundo debate, Guadalajara, Jal)

 

Durante el primer debate, López Obrador mostró una fotografía de Peña Nieto junto a Carlos Salinas de Gortari ¡al revés!

 

Ecologista a la pesca

 

Gabriel Quadri inició su campaña buceando en las aguas de Veracruz. Este acto, simbolizó su objetivo: entrar a la contienda electoral, para ver que pescaba.

 

Obtuvo la candidatura de Nueva Alianza en una cena, donde, con varios amigos, comentaban libros. Esa noche, sin esperarlo, el presidente del partido, Luis Castro, lo invitó a ser su aspirante presidencial. Llegó tarde a la contienda y no tuvo tiempo de preparar su estrategia.

 

La mayor parte de la campaña, la pasó en actividades en espacios cerrados y con muy poca gente; en particular, en instituciones de educación superior y, la mayor parte, en el Distrito Federal. Se tomó sus días de asueto y se dio tiempo de participar en eventos familiares.

 

Su momento cumbre fue el primer debate presidencial. Logró que un mayor número de mexicanos lo conocieran. Se dijo candidato ciudadano y se lanzó, en todo momento, contra los políticos de siempre. Su imagen y estilo, conquistaron a mucha gente. Pero nunca pudo deslindarse de Elba Esther Gordillo, a quien, dijo, sólo vió en una ocasión.

 

 

Nervioso ante la playmate

 

“A mí me puso un poco nervioso, es imposible no concentrar tu atención en una mujer tan espectacular, como una playmate. Soy sincero, nunca había estado junto a una playmate y la verdad sí es algo que desconcierta”.  (7 de mayo, entrevista MVS)

 

 

“México debe dejar de ser una ballena con mentalidad de sardina”. (11 de mayo, Ensenada, BC).

 

“Los mexicanos vemos el mar como una enorme olla de pescado”. (5 de junio, San José del Cabo, BCS).

 

“Hace un mes nadie me conocía”. (25 de abril, Universidad Iberoamericana)

 

“No soy títere de nadie, estoy decidido a emprender la reforma educativa”, (19 de junio, debate organizado por #YoSoy13

 

El copete y los lentes y bigote

 

 

Anclaje simbólico, puede definirse como un elemento que identifica, en este caso, a los candidatos. No es un factor determinante para ganar una elección, pero ayuda. Los cartonistas son buenísimos para reflejar esos anclajes.

 

En este proceso, destacan los lentes y el bigote de Gabriel Quadri de la Torre, y el copete de Enrique Peña Nieto. A diferencia de hace seis años, Andrés Manuel López Obrador, quien se caracterizo con su gallito, ahora no contó con ese elemento. Josefina Vázquez Mota no tuvo, aunque algunos consideraron que fueron los colores claros de su ropa.

 

 

La familia en campaña

 

Angélica Rivera participó activamente en la campaña de su esposo, Enrique Peña Nieto. “Quiero que sientan lo que mi corazón va a sentir”, dijo, al difundir los videos detrás de las actividades proselitistas.

 

Luciano Quadri fungió como secretario particular de su papá, el candidato del Panal. Thelma Lazcano, su esposa, sólo lo acompañó a algunas actividades.

 

La familia de Josefina Vázquez Mota, su esposo Sergio Ocampo y sus tres hijas María José, Celia María y Montserrat, no tuvo un papel destacado en el proceso. La acompañaron en algunos momentos.

 

José Ramón López Beltrán, hijo de Andrés Manuel, participó en muchas de las actividades del aspirante de las izquierdas. Jesús Ernesto, el hijo menor, lo acompañó en uno de los spots, mientras su esposa, Beatriz Gutiérrez Miller, se hizo presente, al enviarle una carta a Javier Sicilia, en respuesta a las críticas que le hizo a López Obrador. “P.D. Javier Sicilia: aquí te pongo mi otra mejilla.”

 

 

Las encuestas como propaganda

Como nunca antes, las encuestas jugaron un papel privilegiado en una contienda electoral. Las descalificaron, las minimizaron y también las utilizaron como propaganda política. Desde el inicio, la mayoría daba como puntero a Peña Nieto, pero las que el PAN y el PRD mandaron a hacer diferían de las primeras; a JVM la ubicaron a un solo dígito de EPN y, a Andrés Manuel, dos puntos arriba.

 

“Las encuestas están copeteadas… están, evidentemente, manipuladas”, dijo en varias ocasiones López Obrador. Festinó cuando el periódico Reforma lo ubicó a sólo cuatro puntos de Peña Nieto, pero en la más reciente, que lo ubicaba a 12 puntos, dijo: Reforma no manipula encuestas, yo creo que aquí lo que pasó es que hay un error, nosotros seguimos arriba”.

 

“La elección no está resuelta” y “las encuestas no votan sino las que sufragan son las almas de la gente”, dijo, a su vez, Vázquez Mota.

 

Mientras que el priísta aseguró que la verdadera encuesta es el 1 de julio. Sin embargo, utilizó las encuestas para producir un spot, que se difundió en las últimas semanas.

 

Escándalos y elementos externos

 

En las campañas volvieron a surgir los escándalos. Peña Nieto y la investigación contra los ex gobernadores de Tamaulipas, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, así como el caso Humberto Moreira y la más reciente: la denuncia de una empresa televisor ante una Corte de Estados Unidos, por un presunto fraude de 56 millones de dólares. Las supuestas bodegas en Veracruz, con artículos promocionales del priista y despensas, así como la entrega de tarjetas de débito. También el asunto de los contratos de publicidad con Televisa, que difundió el periódico inglés The Guardian.

 

López Obrador y el pase de charola a empresarios y si es asesorado por el uruguayo Luis Costa Bonino.

 

Josefina y la grabación de una conversación entre su coordinador de asesores, Roberto Gil y Germán Martínez, sobre una suplencia en la candidatura al Senado.

 

Un elemento externo. que tuvo éxito mediático, fue la aparición del movimiento #Yosoy132, que surgió después de la visita de Peña a la Universidad Iberoamericana.

 

Los ausentes, presentes y el deslinde

 

Carlos Salinas de Gortari, Elba Esther Gordillo, Arturo Montiel, Tomás Yarrington, Luis Costa Bonino, Antonio Solá, Juan Molinar Horcasitas, Eugenio Hernández, Manuel Cavazos y Humberto Moreira, fueron mencionados en diversos momentos por los aspirantes presidenciales. Pero también lo estuvieron los casos Paulette y guardería ABC, San Salvador Atenco y el bloqueo del Paseo de la Reforma. Todos se deslindaron de todos y de todo.