Sensualidad, conexión y proximidad, son algunas de las palabras que podrían definir a la Kizomba, el ritmo Angoleño que desde hace cinco años ha “conquistado” a México, luego de atravesar por Europa, Estados Unidos y Canadá.
La palabra Kizomba proviene de la lengua “kimbundu” y significa fiesta. Como danza tuvo su origen desde los años 80, en Angola, África, en donde las familias comenzaron a bailar en calles y reuniones al ritmo de una música que se caracteriza por invitar a la sensualidad, cercanía de cuerpos y ritmo.
Pedro Vieira Dias Tomás, conocido en el mundo como Mestre Petchu, se vio “seducido” por este baile en Angola, pero nunca se imaginó que la Kizomba tenía el potencial para convertirse en un fenómeno mundial.
En 1995, Petchu viajó a Portugal y se dio cuenta de que allí nadie conocía la Kizomba, por lo que diseñó la forma didáctica para enseñar este ritmo que tiempo después, en 2014, llegaría a México.
“La Kizomba es una baile tradicional de Angola. Nunca planee enseñar este ritmo en mi vida, pues para mí siempre fue un baile familiar que se baila por ejemplo cuando alguien se casa. Sin embargo en Portugal, empecé a compartirle a las personas nuestra forma de divertirnos y ahí cree la metodología de este baile”, dijo en entrevista exclusiva con 24 HORAS.
En Europa, la Kizomba empezó a tener influencias de otros ritmos como el tango, y hacerse muy popular. Petchu cuenta que una de las cosas que más le sorprendió es observar como los europeos adoptaron “la cultura del abrazo” en un baile, pues a pesar de que en África es muy común la cercanía de los cuerpos en el ritmo, en otros países no lo es.
“La kizomba tiene una cosa particular que es la proximidad, el abrazo, la sensualidad; por la propia música los cuerpos se abrazan, para nosotros tocar es muy normal, para el latino es normal, pero el europeo no, son más distantes; sin embargo, la kizomba logró que las personas se aproximaran”, explicó.
Luego de 20 años de hacerse popular por Europa, la Kizomba llegó a México en 2014, ya con influencia de un estilo más urbano, conocido como “UrbanKiz” (nombre adoptado en París), que se caracteriza por tener algunas diferencias de técnica respecto a la kizomba tradicional como una mayor separación entre los bailarines, más énfasis en los movimientos de brazos en lugar de con las piernas y las caderas.
Aunque ya tiene cinco años en el territorio mexicano, la Kizomba sigue siendo considerada por muchos como un baile “prohibido”, “sensual” y “Tabú”, debido a la sensualidad y la proximidad de los cuerpos.
“Es un gran problema, es algo cultural. Sí hay sensualidad en la kizomba, porque cuando bailamos los cuerpos tienen sensaciones como el juego de caricias, la conquista y la conexión, pero el sexo es algo que está en la mente de una persona y no necesariamente en un ritmo de baile”, opinó Petchu.
A pesar de los obstáculos que atraviesa el ritmo angoleño, la Kizomba poco a poco se ha ido posicionando en México, ya que suman más de diez escuelas de baile y academias que ya integran a este ritmo entre sus enseñanzas, además de que en algunos casos, los turistas extranjeros que llegan al país buscan opciones para bailar esta danza que para ellos ya es conocida.
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