Los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras rechazaron la inmigración, en especial la de menores de edad, y llamaron a Estados Unidos a que se sume a la lucha de erradicación de las redes de tráfico de personas.
En un comunicado conjunto, los tres países del Triángulo Norte de Centroamérica reiteraron su compromiso y disposición de continuar de manera conjunta, a través de sus misiones diplomáticas y consulares, con las acciones de protección asistencia y atención consular a fin de velar por el pleno respeto al principio de interés superior del niño, la ubicación familiar y el debido proceso.
La declaración se da a conocer después de que el presidente estadounidense Donald Trump ordenó el 30 de marzo pasado el recorte de 500 millones de dólares de la ayuda destinada al Triángulo Norte para frenar la inmigración ilegal y aumentar la seguridad en la región, ante la poca cooperación para detener la inmigración.
Advirtieron a sus connacionales que migrar con menores de edad de manera irregular no garantiza su permanencia en países de tránsito o destino, por el contrario, están sujetos a una deportación a sus países de origen.
Exponer la integridad de la niñez y adolescencia usándola para conformar barreras humanas debe ser objeto de investigación y es penado por la ley, se agregó en el comunicado publicado por la cancillería de Guatemala.
Señalaron que ante el incremento en el número de niños que emprenden una ruta migratoria pedirán a las autoridades judiciales competentes de cada nación que investiguen y condenen a las organizaciones delictivas que se dedican al tráfico de migrantes y trata de personas.
También se comprometieron a propiciar la creación y fortalecimiento de las leyes para combatir frontalmente la trata de personas, el tráfico de niños y adolescentes, así como otros delitos relacionados con la migración irregular “para que se sancionen con todo el peso de la ley”.
Solicitaron al gobierno de Estados Unidos que se sume a la investigación y judicialización de estos casos.
jhs