Triste es, lo mucho que nos llama la atención la desgracia ajena, he podido comprobarlo con cada publicación, cuando en mi página posteo una nota informativa tiene respuesta, pero si habla de la tragedia que vive alguien: arrasa, es como si nos gustara ver que todos sufren. Recientemente con el video de Pablo Lyle, cuando agrede al señor que, lamentablemente, falleció me puse a leer los comentarios y acabé impactada, porque por una acción equivocada del actor, califican su vida y lo destruyen con las palabras.

Pablo tuvo una mala reacción en medio de un accidente de tránsito y un hombre perdió la vida; por supuesto, nadie quiere llevar eso en su conciencia e imagino lo que siente la familia de la víctima y lo que opinan del actor y están en su derecho.

Pero mi reflexión va más alla de este hecho en particular, nadie es perfecto pero todos opinamos como si nunca hubiéramos actuado impulsivamente: ¿A poco ustedes nunca han cometido errores?. En nuestras calles, vemos pleitos todos los días, infinidad de hombres y mujeres enfurecen por incidentes viales y ahora resulta que califican a Pablo Lyle como un monstruo. La situación es lamentable, nadie sabía que el señor estaba débil y no iba resistir el golpe y que al caerse se pegaría en la cabeza, cuando alguien se baja a discutir o a pelear, no piensa en las consecuencias.

Entonces salen los famosos que lo conocen a apoyarlo y los que no lo conocen a condenarlo como Adrián Di Monte quien dice que un anciano de 63 años no es una amenaza para nadie, pidiendo que caiga sobre Pablo todo el peso de la ley por haber golpeado a un viejo y por haberlo dejado tirado y concluye diciendo: “Esto no es ser hombre, esto no es proteger a la familia. Esto es un asesinato cobarde, y reza porque no vayas a la cárcel en Miami…y no vengan con mamadas, no se trata de ser mexicano ni cubano, se trata de ser un hombre derecho y no un pinche abusador cobarde”.

Pablo está muy preocupado y afrontará las consecuencias, hoy tiene que presentarse en la corte donde fue citado para rendir su declaración y así poder seguir el proceso en libertad y ver si le fincan cargos por homicidio involuntario u homicido en segundo grado, otra opción sería llegar a un acuerdo con la familia porque nunca hubo voluntad de privar de la vida a Juan Ricardo Hernández.

En medio de una carrera exitosa, nadie desea vivir un suceso trágico. El actor se dio a conocer en la telenovela Verano de amor, donde hizo pareja con Dulce María, luego vino Una familia con suerte; en el 2013 hizo Por siempre mi amor, al lado de Thelma Madrigal Guy Ecker y Susana González; su primer protagónico llegó con La sombra del pasado, al lado de Michelle Renaud; y en el 2017 hizo Mi adorable maldición, con Renata Notni; en el cine lo vimos en la cinta Mirreyess contra Godinez.

Se casó con Ana Araujo, quien es health coach y bloguera, tiene dos hijos: Aranza y Mauro.

Acaba de participar en la serie Yankee, dirigida por Carlos Carrera, donde comparte créditos con Ana Layevska, Daniel Martínez, José Slof y Jana Raluy y en medio de la filmación de otra película viene este problema que, sin duda, cambiará el destino de su vida.

Hay más…, pero hasta ahí les cuento.