El surgimiento de la Guardia Nacional obedece a una necesidad generalizada, producto del conocimiento del Presidente de la República en sus recorridos por todo el país durante más de 18 años. Pero, sobre todo, es una exigencia de la población, principalmente en el interior del país, donde la violencia ha cobrado muchas vidas durante mucho tiempo.
Sin embargo, algunos autodenominados analistas quien ver la creación de la Guardia Nacional como un capricho personal de Andrés Manuel López Obrador y como tal lo cuestionan. Esos mismos críticos, jamás levantaron la voz contra las disposiciones de gobierno de un presidente anterior. Estaba de por medio su patrimonio.
Ahora que la libertad de expresión llega al extremo de poder repetir una mentira mil veces sin lograr que se convierta en verdad, es más evidente el servilismo que caracterizó el trabajo de algunos comunicadores durante muchos años, porque ahora quieren convencer a un público que ya no cree en que ellos tienen la razón y que el Presidente está equivocado.
Un ejemplo claro de ello son las críticas por colocar a un miliar al frente de la Guardia Nacional. Se trata de un militar con carrera intachable, con una experiencia como pocos militares civiles la han tenido; sin embargo, hay quienes en su afán por confundir a la población consideran que el Presidente viola la ley, y no falta cualquier otro comunicador nostálgico de los chayos, que les da espacios a estos auténticos pordioseros de la información.
En México, a lo largo de su historia, han hecho un excelente trabajo policíaco policías, civiles y militares de renombre. Es una actividad donde está la vida de por medio, así como lo es el oficio periodístico. Porque nadie puede llamarse a sorpresa por la intimidación de su trabajo periodístico que merece respeto, pero las especulaciones, las tergiversaciones de la ley disfrazadas de análisis político eso no llega a ser periodismo.
Pero para quienes carecen de vocación y sólo se suben a los medios para ver qué pueden sacar de provecho personal, la mentira es su principal materia prima y ahora ven la posibilidad de desgastar a quien les quitó un sobresueldo injusto que los hacía vivir con grandes privilegios. Un ejemplo de ello son las vacantes en las universidades públicas, donde se dejaba un centenar de espacios para que los hijos de los periodistas tuvieran acceso a la educación superior aunque hubieran reprobado el examen de admisión.
Esos privilegios se les acabaron a los oportunistas que se dicen comunicadores y ahora atentan contra la población, porque retrasar las designaciones, echar a andar la Guardia Nacional, el debate sobre su mando, etc., implica poner en peligro la vida de los mexicanos, pero para esos mercenarios de la información la vida de los mexicanos, de cualquier edad, no es lo importante, lo trascendente es presionar para recuperar su sobresueldo.
Tradicionalmente las corporaciones policiacas estaban encabezadas por los familiares y amigos de los políticos. Colocaban hasta a los segundos frentes a niveles altos, lo que arrojaba un peligro para México, pero ellos decían que el peligro para México era López Obrador, porque sabían que de ganar las elecciones les quitarían esos privilegios, ahora que se nombró al General de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Luis Rodríguez Bucio, en proceso de retiro, como director del nuevo organismo de seguridad pública permanente, con un curriculum impresionante, que muestra, por sí solo, que tiene el perfil ideal para ocupar ese puesto, también afirman los detractores sistemáticos, que es un capricho del Presidente.
El general de Brigada, había pedido su retiro desde hace un año. No había amistad ni parentesco ni con el Presidente ni con funcionario alguno y ahora muestra una experiencia insuperable en la lucha contra el crimen organizado y victorias en otros frentes.
Cuando se dio a conocer el curriculum de Rodríguez Bucio lo primero que se comentó fue que ahora sí no tendría críticas; sin embargo, no se trata de cubrir el perfil sino de una guerra contra todo lo que haga el nuevo gobierno que intenta descalificar todo tipo de avance, y, nostálgicos de la corrupción, llenan páginas enteras y dejan correr ríos de tinta. Afortunadamente, el Presidente de la República hace sentir su mando que, desde luego, algunos tratan de calificar de autoritarismo, cuando en el sexenio pasado nunca consideraron pronunciar esa palabra, a pesar de las imposiciones y engaños de una de las administraciones más sucias en la historia del país.
Un curriculum que debe destacarse, sin duda, es el de la doctora veracruzana Patricia Rosalinda Trujillo, como representante de la Policía Federal, quien se desempeñó como titular de la División científica en dicho cuerpo de seguridad. Incluso, en junio de 2018, la revista Forbes la incluyó en el listado de las 100 Mujeres más Poderosas de México.
Es médico cirujano por la Universidad Veracruzana. Cuenta con un total de doce doctorados, nueve de los cuales son Honoris Causa, así como dos estancias posdoctorales; una de ellas, en criminología por la Universidad Castilla de la Mancha.
Desde luego que junto con el general de brigada Xicoténcatl de Azolohua Núñez Márquez, como representante de la Secretaría de la Defensa Nacional y el contraalmirante Gabriel García Chávez, como representante de la Secretaría de Marina, harán un excelente trabajo.
La Guardia Nacional debe ser respetada por todos y desde el interior, reivindicará su honestidad que algunos quieren mermar. Respetar a todos por igual, porque saben que en México todos son inocentes mientras no se les demuestre lo contrario, aunque anteriormente en el país todos éramos delincuentes hasta que no se nos demostrara lo contrario, y esa demostración de inocencia podría durar toda la vida.
La sistemática descalificación de los medios sólo muestra la soledad en la que se encuentran ante la conciencia viva de la población que con sus propios ojos se da cuenta de la realidad en la que viven. Los medios convencionales no quieren reconocer su derrota y siguen sirviendo de trinchera en busca de un subsidio que nunca se atrevió a existir oficialmente. PEGA Y CORRE.- Hasta hace unos días se decía que el PAN pudiera fortalecerse en Veracruz, que era el único estado donde permanecía unido, pero ya no. Resulta que cuando trató de reelegirse el dirigente estatal del PAN, José de Jesús Mancha Alarcón, fue impugnada su candidatura por otro panista, Joaquín Guzmán Avilés, quien impidió su reelección a través de recursos de inconformidad que un juez consideró válidos. En este proceso el más lastimado fue el PAN que ahora se divide ente los yunistas y los otros… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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