El líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó, culminó el lunes una gira de tres días por el noroeste del país, una zona petrolera que alberga el mayor complejo refinador de la nación integrante de la OPEP pero que ahora sufre intensos cortes energéticos y a la que todavía no había llegado.
Guaidó, jefe del Parlamento dominado por la oposición, lleva varias semanas visitando distintos estados del país como parte de su campaña de movilización nacional contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En las calles de Coro, capital de Falcón -donde se encuentra el Centro Refinador de Paraguaná, el mayor del país y con capacidad de procesar 955 mil 000 barriles de petróleo por día-, Guaidó pidió “confianza en que vale la pena” manifestarse.
Los funcionarios del gobierno “se robaron la refinería de Amuay. Si lo dejáramos se roban los Médanos” o un parque nacional de dunas, agregó Guaidó irónico. Cardón y Amuay integran el Centro Refinador Paraguaná.
El sábado Guaidó había visitado Zulia, una calurosa región donde se perforó el primer pozo petrolero a comienzos del siglo XX y que ha sido duramente castigada con los cortes de energía porque, a diferencia del resto de Venezuela, depende de plantas termoeléctricas que están en su menor capacidad operativa, según líderes sindicales.
Guaidó, quien invocó la Constitución para proclamarse presidente interino en enero y ha sido reconocido por docenas de países, considera a Maduro como un “usurpador” porque dice que su victoria electoral en mayo del 2018 se logró con fraude. El mandatario socialista critica al opositor, calificándolo como un “títere” de Estados Unidos, al que acusa de querer derrocarlo.
jhs