En 2017, con 28 años de edad, el parlamentario Paul Sweeney, del Partido Laborista, llegó a la Cámara de Comunes como uno de sus integrantes más jóvenes. Ahora, el también ex miembro de las Fuerzas Armadas platicó sobre la salida del Reino Unido de la Unión europea y el papel del ala izquierdista en Gran Bretaña.
¿Qué le ha faltado a los todos involucrados (conservadores, laboristas, la UE, etc.) en Brexit?
El gran problema con Brexit es que es visto como un debate elitista, mismo que ha sido fuertemente polarizado en dos bandos. Y es que esa es la naturaleza de los referéndums: polarizar una situación en dos extremos. Creo que otra gran falla desde la votación de 2016 ha sido no lograr juntar a la gente, ni tratar de entender por qué ciertas personas votaron cómo votaron.
¿Por qué se devaluó la imagen de la UE?
Las comunidades que votaron por irse de la UE sienten que las fuerzas globalizadoras les han fallado, ya que han visto cómo sus empleos en diversas industrias se pierden. Es una situación parecida a la que llevó a Trump al poder en Estados Unidos: el “cinturón del óxido” (región noreste con un marcado declive industrial desde 1980) votó por una idea populista de pelear contra dichas fuerzas. Y la discusión del Brexit es muy parecida. El reto será explicarle a los trabajadores porque Brexit daña sus intereses. ¿Cómo convertir su argumento a uno de solidaridad y crecimiento mutuo para toda Europa sin distinción de nacionalidades?
¿Por qué apoyar un segundo referéndum?
No hay salida fácil, pero creo que un segundo referéndum es la manera lógica de avanzar, porque en 2016 los detalles de lo que realmente significaba salir no fueron bien definidos. En cambio, ahora que Theresa May ya negoció un acuerdo con la UE, tenemos detalles más claros. Y esto nos permitiría darle la última palabra a la gente: ¿quieren el acuerdo de May o frenar el Brexit por completo?
¿Cuál es el mayor problema del acuerdo May-Bruselas?
Un problema central es que deja totalmente inseguros a los trabajadores, ya que no define las protecciones laborales a las que tendrían derecho, una vez que salgan del ámbito legal europeo. Eso deja la puerta abierta a que se diluyan esos derechos, cosa que afectaría nuestras relaciones comerciales con el mundo y nuestra economía. Justamente esas cosas son las que las comunidades que votaron salir quieren evitar.
Ante la ola nacionalista actual, ¿cuál es el mayor reto para la izquierda en Europa?
Hay una reacción popular contra la globalización. Y parte deriva de 10 años de “shocks”, desde la crisis financiera de 2008-2009. La idea nacionalista del Brexit sirve de “falso profeta”, con una solución mágica. Por eso, la izquierda debe redescubrir su argumento de que la tensión entre el trabajador y el capitalista se resuelve en favor del primero, solo a través de la acción colectiva de los trabajadores. Pelear contra la explotación real, que no son los trabajadores de otros países, sino los capitalistas. “Clase antes que país”, es lo que necesita recordar la izquierda.
PAUL SWEENEY
Parlamentario laborista
* Miembro del Parlamento desde 2017
* Nació en Glasgow, en 1989
* Es el primer miembro de su familia en asistir a la universidad
* A los 17 años se enlistó en la Reserva de la Armada del Reino Unido
* Su primer discurso parlamentario incluyó su postura en contra de políticas de austeridad que impactaban en la calidad de vida de los habitantes de Glasgow
LEG