Vecinos del cementerio San José Iztacalco acusaron que el panteón se ha convertido en un nido de delincuentes y drogadictos, así como en un mercado clandestino de huesos humanos utilizados para rituales de santería, con el aval de la administración del lugar.
El cementerio, construido hace más de 60 años, se ubica sobre la esquina conformada por la Avenida Santiago y la calle Tizoc, en el Barrio San Pedro, y es administrado por Juan Caballero Velásquez.
El grupo de vecinos, que pidió permanecer en el anonimato, proporcionó fotografías y videos donde se observa basura acumulada, ataúdes podridos sacados de las fosas, huesos humanos regados en el piso y en bolsas, así como varias coronas de flores arrumbadas y marchitas.
De acuerdo con los denunciantes, Caballero Velázquez es quien permite que al cementerio ingresen grupos de viciosos quienes, acusaron, consumen estupefacientes; también señalaron que, por las noches, brujos y santeros realizan misas negras y ceremonias.
A estos últimos grupos, denunciaron, el administrador les vende los huesos de quienes están enterrados, luego de que fueron sacados de sus tumbas clandestinamente; una vez utilizados, dijeron, los restos óseos son tirados a la basura.
También acusaron que el administrador supuestamente ha realizado la venta ilegal de fosas a perpetuidad, con un costo de hasta 10 mil pesos, las cuales presuntamente ofrece en complicidad con su hermano.
“En 2009 pagué 10 mil pesos por ese contrato de perpetuidad y apenas me encuentro con que otra familia va a ver a su difunto ahí mismo, en el lugar del mío; esto no se vale. Enviamos ya un escrito directamente a la alcaldía para que nos resuelvan”, aseguró Eduardo Hernández Vélez, vecino de la zona.
Al respecto, consultado por 24 HORAS, Caballero Velázquez aseguró que “todas las acusaciones son mentiras. Eso de los ritos satánicos y venta de huesos es una tontería; pero si están inconformes que denuncien, a mí no me ha llegado ninguna notificación”.
“El que haya restos en el panteón no dice nada; los cuerpos son exhumados porque por ley pueden se exhumados pasados siete años; desde 1975 ya no se dan contratos de perpetuidad y los cuerpos se dejan a pie de fosa”, dijo.
Por su parte, el alcalde Quintero Martínez aseguró a este diario que hasta el momento no se ha presentado ninguna denuncia penal, “pero sí hay algunas quejas aisladas y se van a atender. No permitiré agravios de ningún tipo a ciudadanos, vamos a investigar a detalle. Yo personalmente iré al a realizar una inspección y a escuchar a los ciudadanos y si hay irregularidades, se van a resolver”.
LEG