El ruido es considerado uno de los contaminantes más agresivos, constituye un problema medioambiental y social que afecta la calidad de vida y salud de la población; causa trastornos físicos, pérdida de audición y desequilibrios psicológicos.
La exposición prolongada provoca sordera, trastornos psicológicos como paranoia, irritabilidad, estrés, mal humor, alteraciones en el rendimiento intelectual.
Esta pérdida dificulta las relaciones sociales, disminuye el rendimiento académico y laboral, limita las oportunidades de trabajo, provoca sentimiento de aislamiento, soledad y depresión.
El ruido llega a producir afectaciones sociales, accidentes y puede ser desencadenante de agresividad social, hostilidad y violencia.
La Secretaría de Salud orienta a los ciudadanos sobre el peligro que representa, así como implementar medidas preventivas para reducirlo.
Sugiere disminuir el volumen de reproductores de audio, televisores y equipos de música; utilizar protecciones adecuadas o mantener a distancia los altavoces en conciertos y discotecas.
Sabías que:
La contaminación acústica va en aumento sobre todo en las ciudades con alto nivel de industrialización o densamente pobladas.
La causa principal es la actividad humana, el transporte, la construcción de obras públicas.
Provoca problemas fisiológicos como hipertensión arterial, dolor de cabeza, taquicardia, fatiga, aceleración cardíaca, trastornos del sueño, molestias digestivas, disminución del apetito sexual, enfermedades cardiovasculares e infartos cerebrales
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