Ratifica PSOE triunfo en España; histórica caída del PP
Pedro Sánchez ganó ayer la elección como Presidente de Gobierno de España.
Se dirigió a sus encendidos seguidores con palabras conciliadoras, siguiendo su estilo personal: “hemos enviado el mensaje de que no queremos involución, ni reacción ni retroceso”.
Hace dos años fue destituido como líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), pero ayer regresó como vencedor, con mayor claridad de la esperada.
“El presidente tiene ahora una posición política muy cómoda, con la oposición muy debilitada por el hundimiento sin paliativos del PP, al que casi dobla en escaños; Sánchez se quedó a uno de sumar la absoluta con Unidas Podemos, el PNV y algún otro grupo pequeño”, refirió el diario El País.
El PSOE tendrá mayoría absoluta en el Senado, otra fortaleza más.
En su discurso de victoria, sus seguidores gritaban: “¡Con Rivera, no! ¡Con Rivera, no!”, en la sede del Partido, para advertir que no quieren un pacto de gobierno con el partido de Albert Rivera, Ciudadanos, situado a la derecha en el espectro político.
El PSOE obtuvo 123 escaños en las elecciones, y requeriría 53 más para tener la mayoría suficiente para formar gobierno en solitario, por lo que Sánchez necesita pactar para constituir un ejecutivo.
Sumando con Ciudadanos, el gobierno podría empezar a funcionar en unos días, ya que esta formación ha obtenido 55 escaños. Pero eso no es lo que quieren los votantes socialistas. Pocas veces visto, los mensajes del público tuvieron su propio protagonismo.
La alternativa más lógica es un pacto con Unidas Podemos, partido progresista liderado por Pablo Iglesias. Pese a haber perdido 20 escaños, al sumar 42, Iglesias es el socio natural de Sánchez.
Toca suelo partido de Aznar y Rajoy
“Ha sido muy mal resultado”: fue la frase con la que admitió la derrota ayer Pablo Casado, líder del Partido Popular (PP). El partido pasó de 137 a 66 escaños; de casi 8, a 4 millones de votos.
Ciudadanos le pisa los talones: se queda solo 9 diputados por detrás y le supera en feudos como Madrid. A pesar de los resultados, Casado -quien no admitió preguntas-, no plantea dimitir.
De acuerdo con medios locales, como El País, culpa a la fragmentación del voto del centro derecha.
En la sede del PP, en la madrileña calle Génova, apenas un puñado de seguidores aguardaron a que algún dirigente saliera para dirigirles palabras de ánimo.