Las fuerzas rusas y sirias intensificaron sus ataques aéreos y bombardeos en el noroeste de Siria, en la ofensiva más contundente sobre el último territorio controlado por rebeldes desde que fue declarada zona desmilitarizada por un acuerdo entre Rusia y Turquía, dijeron fuentes el jueves.
Los pueblos y ciudades objetivo de los ataques en el norte de Hama y el sur de Idlib se encuentran dentro de una zona de mediación acordada el pasado septiembre entre Rusia y Turquía, en el marco de un acuerdo que evitó una ofensiva importante en esta área.
A principios de esta semana, Washington advirtió que la violencia en esta zona de mediación “provocará la desestabilización de la región”.
Desde el martes, los ataques militares rusos y sirios han obligado a miles de civiles a huir a campamentos más al norte a lo largo de la frontera con Turquía y han dañado cuatro instalaciones médicas, según funcionarios de la defensa civil de Idlib y una organización de ayuda médica estadounidense que trabaja en la zona.
“Las instalaciones médicas están siendo evacuadas, dejando a los más vulnerables sin acceso a atención médica”.
“Estamos al borde de una catástrofe humanitaria”, dijo el miércoles en un comunicado Khaula Sawah, vicepresidenta de la Unión de Organizaciones de Atención Médica y Ayuda (UOSSM) con sede en Estados Unidos.
DJOR