En el centenario del fallecimiento de uno de los más importantes exponentes del modernismo en México, Amado Nervo, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) le rendirá homenaje.
La obra del reconocido poeta siempre estuvo vinculada a contenidos religiosos, filosóficos y amorosos, la cual se refleja a través de libros como: Perlas negras (1898), Místicas(1898), El éxodo y las flores del camino (verso y prosa, 1902), Los jardines interiores (1905), entre otros.
Las actividades para rendir tributo al escritor nayarita comienzan en Chiapas el día de hoy, donde el escritor Balam Rodrigo presentará una introducción a la obra del poeta en el Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas de Chiapas.
La Academia Mexicana de la Lengua rendirá homenaje al escritor modernista el jueves 23 de mayo, donde participarán Tarsicio Herrera, Felipe Garrido, Adolfo Castañón y Gonzalo Celorio; la cita es a las 19:00 horas en la Capilla Alfonsina de la CDMX.
Ese mismo día, podrás acudir al Palacio de Bellas Artes desde las 19:00 horas a la Sala Manuel M. Ponce, donde Álvaro Ruiz Abreu ofrecerá una introducción a la obra de Nervo, seguido de una lectura ininterrumpida con la participación del público en general, narradores orales y poetas.
“La parte más importante de todos estos homenajes es que seamos capaces de animar a quienes no han leído todavía a estos autores, a conocerlos, a leerlos, a incursionar en su obra. En este caso son 100 años, pero si fueran 150 o 400 no sería lo relevante, lo importante no es la fiesta misma, sino reclutar a nuevos lectores”, expresó el escritor Felipe Garrido, mediante un comunicado.
Sabías que:
Amado Nervo fue uno de los más importantes exponentes del modernismo en el país y falleció el 24 de mayo de 1919 en Montevideo, Uruguay.
Su nombre original era Amado Ruiz de Nervo Ordaz, su carrera profesional se enriqueció por completo con un viaje a París en 1900 como corresponsal de un periódico.
Conoció a dos personas que modificaron el rumbo de su vida: Rubén Darío, gran exponente de la poesía, y Ana Cecilia Luisa Dailliez, el gran amor de su vida.
Años más tarde, la bautizaría como “La amada inmóvil”, un amor que duró 10 años y a quien dedicó uno de sus poemas más emblemáticos.
LEG