El viernes pasado se dio a conocer que el PIB trimestral enero-marzo de 2019 registró una caída de 0.2% cuando se compara con el cuarto trimestre de 2018 con cifras desestacionalizadas. Sin embargo, el cuarto trimestre respecto al tercero de 2018, el diferencial fue de “cero” por ciento. De ahí que vemos que la economía en seis meses se ha ido paralizando. El triunfo de un partido de izquierda, los cambios en el tipo de decisiones de política económica y social, el inicio de un nuevo Gobierno en el uso de los recursos, la búsqueda para mantener la disciplina fiscal, el entorno internacional, entre otros, vienen incidiendo el ritmo de la actividad económica, en especial el sector de la producción industrial (secundario) y la desaceleración del consumo privado (comercial terciario).
El IGAE a marzo preocupó por su caída de 0.6% cayendo el sector primario -1.3% y el terciario en -0.1%. Mientras la inversión pública y privada no se incremente, el riesgo de una nueva contracción de la economía pudiera darse y, en su caso, denominarse “recesión técnica”.
Estamos viendo fuertes cambios en el gasto público y, a veces, el proceso de decisión y su reajuste están generando “conflicto” con sectores críticos de la población como el sector salud.
Sin embargo, analizando el desempeño del primer trimestre versus otros sexenios, vemos que un crecimiento bajo se ha dado en otros momentos. Contracción con Ernesto Zedillo en 1995 y con Vicente Fox en 2000. Además, un segundo trimestre en desaceleración aún como fue en 1995, 2000 y 2013.
En el tema de inflación y tipo de cambio, el resultado al primer trimestre de 2019 parece haberse comportado muy estable como en otros períodos. Ya desde el sexenio de Felipe Calderón, la inflación ronda 4.0% a la fecha y el tipo de cambio estable, mientras no se vean períodos de presión por parte del Índice Dólar DXY en global.
En resumen, el primer trimestre no muestra hasta el momento grandes diferencias respecto a otros sexenios, aunque el nivel de inversión fija pública y privada ha venido a menos desde 2009, cuando representó 23% del PIB, 2013 bajó a 21% y actualmente está debajo de 20% que sí puede ser un diferenciador e implica “confianza”.