A propuesta del gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, el Gobierno federal consensúa con gobernadores, empresarios y legisladores, entre otros, la firma de un gran acuerdo nacional para enfrentar los principales problemas del país.
Domínguez planteó al presidente López Obrador la necesidad de un acuerdo social para hacer frente a los problemas como inseguridad, crecimiento económico y empleo, entre otros.
López Obrador se mostró receptivo y aceptó que se comenzara a cabildear el acuerdo que, a diferencia del Pacto por México, no incluirá a las dirigencias partidistas, sino que involucrará a los representantes de la sociedad democráticamente electos.
De hecho, el acuerdo no tiene como propósito impulsar iniciativas de ley para reformas estructurales, como hizo Peña al convocar a los partidos políticos, sino comprometer la participación de la sociedad en la solución de los principales problemas de la nación.
Se trata de coordinar esfuerzos en los ámbitos municipal, estatal y federal para obtener mejores resultados; por ejemplo, en el combate a la delincuencia.
La participación de los empresarios también es importante porque, aunque ya hubo un compromiso público del sector para incentivar el crecimiento económico, los datos recientes demuestran que la inversión no está fluyendo como se esperaba.
El Gobierno también quiere mejorar su interacción con los gobernadores y los sectores productivos que se comprometerán a trabajar para alcanzar la meta de crecimiento de 4% anual.
López Obrador aceptó también que la Conferencia Nacional de Gobernadores se elevara a rango constitucional.
Esto para que los mandatarios estatales puedan tener voz en conjunto a la hora de la discusión de los presupuestos anuales.
El cabildeo continúa, pero importantes empresarios ya han dado su visto bueno al proyecto que se espera se concrete el próximo mes.
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En ese mismo tenor, el presidente López Obrador se reunió ayer con los gobernadores del PRI.
Antes lo había hecho con los del PAN y lo hará con los de Morena, con Jaime Rodríguez, el Bronco, y con Enrique Alfaro, del MC, y con Silvano Aureoles, del PRD.
El Presidente acordó en su reunión con los panistas apoyar un gran proyecto de infraestructura en cada estado.
A ver cuál es el compromiso con el PRI.
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Por cierto, hablando del Presidente, su ex chofer, Nicolás Mollinedo, el famoso Nico, presentó su asociación civil Movimiento Ambientalista Social por México, con la que busca obtener su registro como partido político.
Aunque fue uno de los personajes más cercanos al hoy Presidente cuando fungió como jefe de Gobierno de la CDMX, Mollinedo se alejó de los afectos del tabasqueño y no encontró cabida en Morena.
Ni en ningún otro partido.
Así que decidió crear el suyo con un tema –el medio ambiente-, que a la administración de su jefe no parece importarle mucho.
¿Será para fastidiar?
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En su lucha contra la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles a nuestros productos, México va sumando aliados de peso.
Ayer siete ex embajadores de Estados Unidos manifestaron públicamente su rechazo a la imposición de aranceles, tal y como hicieron en su momento los legisladores demócratas y hasta un sector de los republicanos.
Al cierre de este espacio continuaban las pláticas entre la delegación mexicana, encabezada por Marcelo Ebrard, y con los funcionarios estadounidenses.
Pero aparentemente Trump, por presiones internas, estaría pensando seriamente dejar los aranceles en amenaza.
jhs
