El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Martí Batres Guadarrama, se dice “satisfecho por el trabajo realizado” en nueve meses de la Legislatura, y enumera algunos de los logros alcanzados: las reformas para establecer la Guardia Nacional, el nuevo catálogo de delitos graves para aplicar la extinción de dominio en casos de corrupción, la reforma educativa y la paridad de género, entre otros.

 

Durante una entrevista con 24 HORAS, habló sobre la relación con el poder Ejecutivo, encabezado por el líder del proyecto de Morena, partido que Batres presidió a nivel nacional y local; y también respondió a la pregunta sobre sus diferencias sobre Ricardo Monreal.

 

Ya son nueve meses que se observan muy intensos en esta Legislatura.

– Así es, en el número de horas podemos verlo, esta Legislatura y lo que va de esta legislatura se ha trabajado como el doble. Tenemos un récord en horas de reunión del pleno, eso sin considerar las comisiones; pero el pleno se ha reunido más que nunca, tanto en periodos ordinarios como extraordinarios, lo cual nos habla de mayor presencia en las deliberaciones, más debates en el conjunto de legisladoras y legisladores.

 

 

De ahí su propuesta de aumentar de dos a tres los periodos ordinarios en el año…

– Sí, de hecho, la propuesta que presenté ha encontrado la simpatía y el apoyo de diversas fracciones parlamentarias, porque no son suficiente los dos periodos, el tiempo que vivimos es más intenso, mucho más rápido y además estamos viviendo transformaciones importante en el país.

 

 

Ya era necesario desde antes…

– Sí, ya era necesario desde antes, sin embargo en un sistema político profundamente presidencialista como el mexicano, la tendencia era a disminuir los períodos de sesiones.

 

 

¿Para el 2020 ya tendremos los tres períodos de sesiones?

– No, esa es una negociación que aún no se ha dado. Tendrá que abordarse con los diversos grupos parlamentarios.

 

¿Cuál es el principal reto de este Senado?

– El Senado tiene el reto y la responsabilidad de ser un factor que pueda empujar las transformaciones en el terreno jurídico, que den sustento a los cambios que están ocurriendo en el país. Considero que el Senado tiene la posibilidad histórica de dar un perfil de bienestar social a las decisiones que tome. Que las decisiones legislativas que se tomen sean para ampliar derechos, nunca para reducirlos, para ampliar libertades, y yo creo que en esa tónica ha estado actuando el Senado correctamente.

 

¿Afectan el trabajo las diferencias que tiene con el senador Ricardo Monreal?

– No hemos tenido diferencia en los temas abordados. Si usted puede observar, siempre hemos votado en el mismo sentido. Tenemos responsabilidades, ambos, de distinto tipo. A mí me corresponde la representación jurídico-política del Senado. A él le corresponde trabajar los acuerdos con las otras fracciones parlamentarias. Cada quien hace su tarea.

 

¿Y cómo se mantiene la distancia partidista con el Ejecutivo, que es el líder del proyecto de Morena? ¿Cómo define esa relación?

– Hay una función institucional de nuestra parte. El rol que jugamos cada quien es distinto. A mí me corresponde una responsabilidad institucional. Si tú te das cuenta, yo no he ido a las campañas electorales, ¿Por qué?, porque soy presidente del Senado. Entonces, he tenido ese cuidado, porque represento al conjunto del Senado. Formo parte de un grupo parlamentario y sigo formando parte de ese grupo parlamentario, y voto y tengo mi opinión y la ejerzo, pero, por otra parte, también, soy por mi condición, representante de una institución plural y amplia.

 

¿Es difícil disentir del Ejecutivo?

– No se trata de confrontar con el Ejecutivo, tampoco es nuestro papel. En todo caso, cada fuerza política determina si es una fuerza política cercana o de oposición al Gobierno. En todo caso, el papel del Senado es más amplio. Es un factor de balances y equilibrios, de pesos y contrapesos en el marco de la división de poderes del Estado mexicano. Los debates que tiene el Senado son muy diversos. Muchas iniciativas del Presidente se han aprobado y todas se han transformado.

Hay diversas iniciativas del Presidente de la República que el Senado ha aprobado con modificaciones, siempre enriqueciéndolas. Y también hay temas en donde el Senado ha sido crítico.

 

¿Por ejemplo?

– Cuando estaban los spots de la Secretaría de Turismo que aparece por ahí una imagen de Morena, yo como presidente de la Mesa directiva dirigí un escrito a la Secretaría de Turismo solicitando que se apegara a lo establecido en el artículo 134 de la Constitución sobre publicidad oficial.

También, el Senado integró un Grupo de Trabajo sobre el tema de las estancias infantiles, y ese grupo ha mantenido un postura sobre el tema del tratamiento de las estancias infantiles. Creo que la relación entre el Senado y la Presidencia de la República ha sido institucional, profundamente institucional y en el marco del equilibrio de poderes.

 

 

Sobre el tema del T-MEC, algunos industriales pidieron al Senado que se hagan ajustes, pero se trata de acuerdos alcanzados entre tres países. Se ven difíciles esos cambios.

– Parece difícil. Siempre hay equilibrios complicados. Hay unos temas que van por otros. Unos temas de preocupación de un país y otros temas de preocupación de otros país, y se van entremezclando, entreverando hasta llegar a un punto de equilibrio.

A primera vista, yo diría que sería lo más aconsejable es que no haya modificaciones, porque si las hay de un lado podría haberlas del otro. Entonces, la opinión que hemos dado, en principio, es a los congresistas norteamericanos es que se apruebe en los términos en los que está. Si nosotros recomendamos a los congresistas norteamericanos que se apruebe en lo términos en los que está, entonces también tendríamos que hacer lo propio.

 

Frase:

“Lo más aconsejable, que no se hagan modificaciones al T-MEC, porque si las hay de un lado, las puede haber del otro”

LEG