El Gobierno federal, inversionistas y la misma sociedad debemos estar preparados para unos meses complicados en nuestra relación con Estados Unidos por los tiempos político-electorales que ya han iniciado. Donald Trump aspira a reelegirse por parte de los republicanos.

A pesar de que las elecciones presidenciales serán en noviembre de 2020, ya arrancaron las precampañas de republicanos y demócratas, teniendo a Donald Trump como principal figura hasta ahora.

Aprovechando sus funciones presidenciales a favor de “los americanos”, sus amenazas en materia económica, política, social y de seguridad darán mucho de qué hablar vs. países como China, México, Venezuela, Zona Euro, Irán, Norcorea, Siria, Turquía y algunos nuevos seguramente.

En nuestro caso, esta amenaza arancelaria permanecerá por un tiempo. El costo que empresas o Gobierno tengan que pagar lo venderá como parte de un pago parcial o total del muro. La migración y el narcotráfico serán temas relevantes seguramente. Por ello, es sumamente importante que la implementación para el control migratorio deba hacerse “muy bien”.

Como sectores de gran exportación de México a Estados Unidos destaca el automotriz y después el de electrónica, donde hasta algunas empresas pudieran ser atacadas como lo ha sido en el caso de China y Huawei, por ejemplo.

Con el riesgo de una economía mundial en clara desaceleración, incluyendo a Estados Unidos, sumemos la incertidumbre sobre la ratificación del T-MEC por parte del Congreso de la Unión Americana, el Plan de Negocios de Pemex, el deterioro en la calidad crediticia de la Nota Soberana del país, la de Pemex y la CFE, entre otros, el riesgo de una recesión técnica o de mínimo crecimiento económico, el control en la disciplina fiscal, es probable que las propias estimaciones que hizo la Secretaría de Hacienda en el presupuesto 2019 de un tipo de cambio peso-dólar en $20.0 interbancario sea factible verlas hacia el final de 2019.

Técnicamente consideramos que los niveles bajos de $19.10-$18.95 están muy fuertes como soporte, y poco a poco busque dirigirse hacia una zona de $19.35 a $19.60, que fue el beneficio inicial hace unos días tras conocer que el Gobierno americano postergó indefinidamente la imposición de 5% en los aranceles a las importaciones mexicanas.

Hemos visto que a pesar del gran “spread” entre las tasas de interés de México y Estados Unidos, en cualquier aversión al riesgo, el tipo de cambio seguirá siendo la válvula de escape. Niveles de $20.30 no pueden descartarse en los próximos meses, estimando además que la Fed podría estar ajustando la tasa de interés.

Hay que considerar que cualquier imposición de aranceles, el tipo de cambio equilibrará la operación de exportadores e importadores, y por ello se verá volátil.

Juan Ángel Espinosa

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