En pleno regreso a clases es importante pensar en la salud física y mental de los alumnos. Los padres de familia tienen la responsabilidad no impulsar a sus hijos a tener un buen arranque en el ciclo escolar, sino también a mantener un buen ritmo de alimentación, de hábitos y de conductas. Todo esto será fundamental para que el alumno sea constante con su rendimiento y a obtener mejores resultados con el paso del tiempo.
El regreso a clases seguramente fue un proceso lleno de responsabilidades, presiones y hasta momentos de angustia, pero todo esto puede ser controlado y llevado de forma tranquila. El estrés que experimentan todas las familias en estas fechas debe ser abordado con procedimientos estrictos y constantes.
Cuando los niños llegan por primera vez a un ciclo escolar no es fácil que se adapten a todo lo que esto implica: nuevos compañeros, maestros, instalaciones y, en general, a todo un contexto que en casa no existe. Aunque el panorama no sea muy alentador, los padres deben estar al pendiente de las carencias que sus hijos tienen en cuestión física y emocional, para después atender de inmediato estos asuntos.
Alimentación, hidratación, terapias emocionales, cursos extra académicos, actividades física y deportiva, sesiones culturales, acercamientos con el arte y constantes charlas familiares, son algunos de los elementos que harán que el regreso a clases y el desarrollo académico sea mucho mejor.
Para generar seguridad en los hijos es muy importante mantenerlos activos, concentrados, pero también divertidos. A nadie le gusta solo hablar de responsabilidades sin antes saber también cuáles son sus derechos.
Aspectos físicos
Hidratación y buena alimentación
Para que puedan estar bien concentrados es necesario que todos los días duerman bien, que cuenten con una buena alimentación e hidratación. Con esto ya llevarán ganada una buena parte del camino porque siempre estarán frescos y fuertes. Los métodos, hábitos e ingredientes varían entre cada familia, pero en general se recomienda que antes de dormir tenga un poco de lectura y una cena ligera, con esto van a conciliar el sueño rápidamente y no tendrán ninguna pesadez al momento de levantarse.
- Los alimentos pueden cambiar todos los días en el desayuno, comida y cena, pero es necesario que todos los días consuman frutas, verduras, pollo y pescado. En la etapa de crecimiento estos alimentos son indispensables.
- Se recomienda que todas las mañanas los niños beban un vaso de agua. El agua los rehidrata después de una noche completa sin beber. Además de que los ayuda a mantener la atención.
- Cuando sentimos sed, es porque nuestro cuerpo ya se encuentra un tanto deshidratado. Lo más recomendable es no esperar a que llegue esa sensación.
- En los momentos de estudio también se recomienda que los niños hagan un pausa en repetidas ocasiones para beber agua.
- Hay que enseñarlos a seleccionar alimentos saludables, beber agua de forma constante, establecer horarios de alimentación, estudio y diversión, entre otros.
Lo emocional
Antes de llegar a cualquier nuevo ciclo es muy recomendable hablar con los chicos y plantearles que el regreso a clases debe ser algo positivo y emocionante y no una cuestión llena de miedos. Todo el tiempo hay que preguntarles cómo se sienten al respecto y dejarlos que expongan sus sentimientos antes de iniciar. Cuando se den cuenta de que están siendo escuchados y atendidos, obtendrán confianza y sabrán que lo que los espera no es nada malo.
El trabajo a conseguir es eliminar sus miedos y frustraciones. Todo lo anterior también contará como hábitos y disciplinas que se generen en casa y que les funcionarán allá afuera.
Una vez que haya iniciado el proceso escolar, es importante mantener esas conversaciones en casa, los procesos adecuados de estudio y todos los aspectos que los hagan sentirse cómodos y seguros de sí mismos.