Aparte de ser una corporación echada a perder, la protesta de la Policía Federal fue sin razón y bajo mano negra, acusó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde su conferencia matutina, mandó un mensaje a los federales y les dijo que no se les va a obligar a pasar a la Guardia Nacional, ni a despedir ni a reducir sus salarios y prestaciones laborales.
El mandatario trató el problema de forma privada, con el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, en Palacio Nacional; y después se fue a jugar beisbol a los campos de Ciudad Universitaria.
Casi al caer la tarde, mediante sus redes sociales, el morenista publicó un video en el que aseguró que los policías pueden seguirse manifestando, pues no se les va a reprimir y se apostará al diálogo.
“Es importante que todos conozcan nuestra información, sobre todo los que actúan de buena fe, hay mano negra en este asunto, esto se maneja antes desde Bucareli, desde los sótanos, y piensan que van a ser lo mismo, que los vamos a reprimir, no somos iguales, lo vamos a resolver porque no se está cometiendo ninguna injusticia”.
Al habérseles informado que no serían despedidos y que tendrán opciones dentro de la Secretaría de Seguridad, como cuidar instalaciones del Gobierno, acusó que la manifestación fue injusta.
Recordó que esta Policía empeoró en el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando se incorporó a la Secretaría se Gobernación.
Se relajó la disciplina y se consintieron abusos, “entonces desde arriba hacia abajo imperó la irresponsabilidad y la corrupción”.
jhs