Una empresa de seguridad española grabó las 24 horas del día, las reuniones que sostenía Julián Assange con sus abogados. Él permaneció los últimos siete años, (2012 a 2018) en la sede de la embajada de Ecuador en Londres.
A través de bitácoras, videos y audios, la empresa Undercover Global S. L., responsable de proteger la legación diplomática en Reino Unido entre 2012 y 2018 se concentró en captar todas las actividades el ciberactivista, sobre todo las citas con sus abogados y colaboradores, de acuerdo a un despacho informativo del Diario El País.
El sitio web refirió que de diciembre de 2017 a marzo del año pasado, Assange sostuvo diversas reuniones con sus defensores en las que abordaron diferentes planes para sacarlo de la embajada y trasladarlo a Rusia o Cuba, sin embargo ninguno se llevó a cabo porque el fundador de Wikileaks los rechazó.
Los encargados de observar a Assange reforzaron su trabajo durante el gobierno de Lenín Moreno, quien hace unos meses entregó al activista a las autoridades británicas. El ex presidente Rafael Correa fue quien le abrió las puertas de la sede diplomática.
Las actividades de los vigilantes fueron más allá de grabar sur reuniones y reportar su estado de ánimo, por lo que en secreto le aplicaron una prueba grafológica a un informe de Assange y tomaron muestras de heces de un bebé en un pañal para determinar el parentesco.
Los reportes diarios de la empresa de seguridad, con domicilio en Jerez, se enviaban a David Morales, un ex miliciano de la Unidad de Operaciones Especiales de Infantería de Marina.
Assange enfrenta 18 cargos por dar a conocer información secreta del Departamento de Estado de Estados Unidos, así como de las guerras de Irak y Afganistán.
CS