Raffi Pownall, un pequeño de 11 años, falleció tras darle una mordida a un chocolate que le regaló su papá en Reino Unido.
Tras probar la golosina, el niño comenzó a vomitar y sus padres intentaron auxiliarlo. Le administraron medicamento para la alergia e intentaron descongestionar sus pulmones con su inhalador; sin embargo, esto resultó inútil y llamaron a la ambulancia.
El menor fue trasladado al Hospital Royal Blackburn, donde murió horas más tarde por anafilaxis.
Raffi, tenía alergia severa a la leche y al gluten, por lo que sus padres controlaban mucho su ingesta de alimentos.
Tras revisar el envoltorio, Thomas Pownall se percató que la golosina tenía leche en polvo.
El jefe de familia fue citado a declarar al juzgado correspondiente, donde él alegó que hizo todo lo que pudo y que desconocía de los ingredientes del chocolate.
La justicia del país europeo lo declaró inocente de la muerte de su hijo.
Con información de medios.
jhs
