El Gobierno federal volteó a ver a la economía que transita por un nulo crecimiento. No hay duda, cualquier proyecto de índole social y político requiere tener finanzas sanas, pero además una economía que registre una actividad positiva que permita hacer los cambios dentro de un ambiente favorable para la sociedad.
La SHCP a través de Arturo Herrera, su secretario, dio a conocer un plan para impulsar a la economía al destinar 485 mil millones de pesos para proyectos de infraestructura, impulsar inversiones, el consumo privado y adelantar compras gubernamentales.
De ellos, 50 mil millones de pesos irán a infraestructura, habrá proyectos de capital público-privado en el sector carretero, hidráulico, transporte y desarrollo urbano.
La Banca de Desarrollo canalizará créditos a las mipymes; además, Fonacot dará préstamos por 1.2 millones de créditos y préstamos de nómina.
Asimismo, la Banca de Desarrollo acelerará préstamos a proveedores del Gobierno y de Pemex.
Lo que falta es darle “certeza y confianza” a la inversión privada para que acompañe estas medidas y permita que la economía mexicana recupere crecimiento de manera “consistente”.
Por otro lado, el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó que le gustaría que el Banxico tuviera un doble mandato, la inflación (a través del poder adquisitivo de la moneda) y la economía. En ese sentido, sería muy posible que el banco central tuviera que balancear la inflación con el crecimiento económico, y ante ello trabajaría con una intención de mantener tasas de interés relativamente bajas que permitan que el crédito y el consumo estén activos.
También comentó que las tasas de interés actuales son muy altas y le gustaría que bajaran, aunque respeta a la institución. En este punto es claro que para el Banxico mantener estable el tipo de cambio significa darle cierta estabilidad a la inflación.
Bajar las tasas de interés sin condiciones estables para la economía generaría un riesgo en los flujos de tenencia de extranjeros, que por cierto se encuentran en mercado de dinero con un saldo acumulado en 2019 negativo en mil 372 millones de dólares al 19 de julio. Cuando hablamos de “condiciones estables” incluimos el desarrollo del PIB, la decisión de la Fed y su política monetaria futura, la evaluación del Plan de Negocios de Pemex por parte de las calificadoras, el Presupuesto 2020, ahora a nivel global el Brexit y el proteccionismo comercial.
Hoy muy probablemente la Fed estará bajando la tasa de interés en 25 puntos base y el “spread” entre las tasas de interés en México y en Estados Unidos se estarán ampliando a 600 puntos base. Sin embargo, el riesgo de una recesión prolongada puede afectar la recaudación futura y aumentaría el riesgo de un deterioro en las finanzas públicas, lo que no necesariamente ayudará a que este aumento en el spread signifique un peso más fuerte y una visión atractiva para los inversionistas que ya han ganado mucho dinero en el primer semestre del año.