MOSCÚ.- La policía rusa arrestó el sábado a más de mil personas en Moscú, en una de sus mayores acciones de los últimos tiempos contra una oposición cada vez más desafiante que se queja del férreo poder que ejerce el presidente Vladimir Putin.
Las detenciones se produjeron en el marco de una protesta para exigir la participación de opositores en una elección local. Las autoridades la habían declarado ilegal e intentaron impedir su celebración, pero varios miles de personas se presentaron igualmente, en una de las protestas más grandes y decididas de los últimos años.
Los cánticos de “Rusia sin Putin” y “Putin dimisión” resonaron por el centro de Moscú, mientras guardias pertrechados con equipos antidisturbios golpeaban a los manifestantes con porras y recurrían a la fuerza para detener a numerosas personas. Al menos una mujer pareció haber sufrido heridas graves en la cabeza.
Los acontecimientos del sábado demostraron cómo los activistas y especialmente los jóvenes están dispuestos a seguir presionando para que el Kremlin abra a la competencia el sistema político ruso, estrechamente controlado.
El encarcelado líder opositor Alexei Navalny había convocado la protesta para presionar a las autoridades para que permitan que los candidatos opositores puedan presentarse a los comicios locales del 8 de septiembre.
MGL