Foto: Reuters Dee Margo, un republicano que ocupa un cargo no partidista, dijo el lunes que apoyaba la visita de Trump  

El anuncio de una probable visita del presidente Donald Trump a la ciudad fronteriza texana de El Paso, días después de una masacre que dejó 22 muertos, provocaba el martes reacciones encontradas entre los residentes del enclave liberal hispano.

 

La retórica antimigrante del presidente ha molestado a muchos en El Paso, que está en la primera línea de la campaña del gobierno de Trump para detener el flujo de migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos, pero el alcalde de la ciudad y algunos residentes dijeron que le darían la bienvenida.

 

Se espera que Trump viaje a El Paso el miércoles, pero la Casa Blanca no ha confirmado la fecha.

 

El Paso ha estado de duelo luego de que un atacante disparó el sábado en una tienda Walmart llena de gente, un ataque que se cree que tenía motivos raciales.

 

La noticia de que Trump planeaba viajar a El Paso enfureció a activistas de izquierda que se reunieron para una vigilia por las víctimas el lunes por la noche. Algunos culparon en parte al presidente por el derramamiento de sangre.

 

“Él es cómplice de esta violencia y de todo el terror que estamos viendo”, dijo a Reuters Rachel Cheek, una activista de 26 años.

 

Pero el alcalde de El Paso, Dee Margo, un republicano que ocupa un cargo no partidista, dijo el lunes que apoyaba la visita de Trump.

 

“Esta no es una visita política”, dijo Margo. “Es el presidente de Estados Unidos. Entonces, en esa calidad, cumpliré con mis obligaciones como alcalde de El Paso de reunirme con el presidente y discutir cuáles son las necesidades de esta comunidad”.

 

Cuando se le preguntó si Trump viajaría el miércoles a El Paso y Dayton -donde hubo otro ataque con armas durante el fin de semana-, la asesora principal de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, dijo que el presidente quería ir, pero no confirmó el viaje.

 

 

 

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