La tripulación del barco español Open Arms, con 121 migrantes a bordo, advirtió que entrará a territorio italiano si se presentan problemas en la nave, luego que han permanecidos varados más de seis días en espera de un puerto seguro, y ante la negativa de Malta e Italia para su desembarco, así como la indiferencia de la Unión Europea (UE).

Así lo advirtió el fundador de la organización no gubernamental Open Arms, Óscar Camps, cuando el bote espera desembarcar a los migrantes que rescató en costas libias.

Criticó la negativa de Malta e Italia para recibir a los migrantes y manifestó: “no nos reconocemos en esta Europa, en sus Estados cobardes, en sus políticas vacías”.

La réplica del ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, no tardó:

“Open Arms ha estado en el Mediterráneo durante seis días y ahora amenaza con ingresar a Italia. Habría tenido tiempo de sobra para llegar a España, el país de la ONG que le dio la bandera”.

Advirtió que para esta organización “las aguas territoriales italianas están cerradas y estamos listos para decomisar su embarcación”.

La ONG es ignorada por la Comisión Europea, que no ha realizado labores de mediación ante gobiernos europeos para una acogida.

En cambio ha declarado no haber recibido ninguna petición para negociar la reubicación de los rescatados.

Mientras tanto, el estado de salud de algunas de las personas a bordo empeora por el calor y la humedad.

La Comunidad Valenciana y Cataluña han ofrecido sus puertos, sin embargo, el Gobierno español y la ONG mantienen que son Italia y Malta los países que deben respetar la ley. El barco se encuentra en aguas internacionales, cerca de la isla italiana de Lampedusa.

LEG