La calificadora Moody’s Investors Service advirtió que la “falta de coherencia” en las políticas internas implementadas por el actual Gobierno, impactan negativamente en la confianza de los inversionistas y presionan a la baja las expectativas sobre el crecimiento de la economía mexicana para este año y el próximo.
En un reporte difundido este jueves, la firma añadió que las políticas del nuevo Gobierno causan riesgos laborales, comerciales, ambientales y sociales, lo que provoca una perspectiva negativa sobre la economía nacional.
“La preocupación en torno a la política económica ha disminuido el apetito de los inversionistas y la inversión bruta fija se mantiene relativamente estable, pero se ha debilitado, especialmente en términos de inversión extranjera directa”, señaló la analista de Moody’s, Sandra Beltrán.
Refirió que dicha incertidumbre ha provocado que bajen los pronósticos de Moody´s para el desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
“Pronosticamos que el crecimiento real del PIB para México se desacelere a 1.2% en 2019 y a 1.5% en 2020, por debajo del 2.0% registrado en 2018, en medio de una inversión privada persistentemente débil y de tensiones fiscales”.
Otro de los riesgos señalados por Moody’s para México es el desempeño que logre Petróleos Mexicanos (Pemex), pues recordó que la empresa enfrenta un panorama regulatorio y legal incierto, que se suma a un débil perfil de liquidez, lo que le impide impulsar sus inversiones de capital.
Es así que estimó que la inversión de capital de Pemex en exploración y desarrollo crecerá cerca de 21% en 2019 a seis mil 900 millones de dólares, cantidad que consideró insuficiente para incrementar sus reservas de manera adecuada.
Por otro lado, consideró que los sistemas públicos de pensiones de los Estados en México tendrán presiones en los siguientes cinco años, a pesar de tendencias demográficas favorables. Señaló que casi todas las entidades federativas del país han implementado reformas paramétricas en la última década a su sistema de pensiones, cuyo impacto se materializará en los próximos cinco a diez años.
Pese a estas reformas, agregó, los sistemas públicos de pensiones tendrán presiones en los siguientes cinco años.
jhs