Se festejaba ante el Presidente que en Chiapas, lugar con la mayor cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan, ya estaban vinculados con alguna empresa más de 124 mil jóvenes, seguido de Tabasco, Veracruz, Estado de México, Guerrero, Michoacán y Ciudad de México sumándolos por miles.
Y en una improvisada tertulia mañanera y sin que nadie la viera venir, en menos de 10 minutos, se expresó el hartazgo contra ese programa exitoso que puso en marcha el Gobierno de la 4T, aprovechando el clima de comunión que se respiraba.
Bastó poner el termómetro en el lugar indicado para medir el impacto de corrupción y las consecuencias.
Con información de la misma Secretaría del Trabajo y Previsión Social, se le dijo al presidente Andrés Manuel López Obrador que existen robos de identidad, empresas fantasma, cobros de cuotas, hackeo y corrupción en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro en algunos estados.
Testigo del enfado generalizado, el Presidente responde: “Yo no tengo esa información, y hay que informar con objetividad para no manchar”.
A pesar de ser información confirmada por Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, insiste “una golondrina no hace verano”.
Otra vez el desconsuelo de vivir siempre lo mismo.
El mayor desplome viene al saberse que delegados regionales de Aguascalientes, Campeche, Chiapas, Guerrero, Nayarit, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco y Yucatán acusaron a los jóvenes.
La cosa es grave y ahora lo ven; el mensaje de protesta es que los jóvenes pagan moche a las empresas inscritas en el programa, que van desde 500 hasta mil 600 pesos. Pagan para no asistir a la capacitación y cobran por no aprender nada.
En otros casos, los empleadores retienen las tarjetas a los beneficiarios para quedarse con un porcentaje de la beca, y si se puede, con todo.
Él lo tiene claro y tiene sus propias razones; por su gesto se intuye que sus datos no fallan: “Hay que ver y no manchar el programa que es muy bueno. Hay 900 mil jóvenes trabajando. Existen personas que no les gusta el programa, aunque parezca increíble; hay quienes lo cuestionan desde el principio”.
Por encima de las ocurrencias y cortinas de humo para tapar los problemas, el Presidente reconoce ante las protestas por el descrédito que estos casos “a lo mejor pueden darse, pero son la excepción”.
Milonga: Alejandro Moreno, líder nacional del tricolor, dice: “El PRI sabe ganar y perder, pero lo que más sabe es ponerse de pie y volver a ganar”. Agrega: “No somos abogados de nadie ni vamos a defender a nadie”. Aclara: “La señora Rosario Robles no es militante del PRI”.
Éxito, la subasta de autos lanzada por Ricardo Monreal en el Senado: 76 coches se ofertaron; se obtuvieron casi ocho millones de pesos.