Desde finales de julio y principios de agosto, el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, decidió emprender una cruzada para lo que él mismo llamó la “reconstrucción del tejido social”, y junto con el ex líder de las autodefensas José Manuel Mireles visitó dos territorios complicados, La Huacana en Michoacán y el municipio de Hidalgo en Tamaulipas.
Hay que recordar que en La Huacana apenas el 27 de mayo pasado, 10 militares habían sido sometidos, luego de que les quitaran armas a presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación. Ante este hecho, miembros de la población los sometieron y exigieron el retorno de las armas de grueso calibre, mismas que los militares tuvieron que regresar.
Estos hechos ocurrieron luego de que integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación realizaran dos ataques contra policías municipales de Zamora. En La Huacana, de acuerdo a los últimos reportes tanto estatales como del Gobierno federal, no quedó rastro de autodefensas que no se hubiesen vinculado al crimen organizado.
Pese a este hecho, José Manuel Mireles invitó al subsecretario Ricardo Peralta y a algunos empresarios a ir a la zona y hablar con supuestos grupos de autodefensas a los que les prometió inversión en la zona, como era la construcción de una planta agroindustrial.
Días después, el 1 de agosto visitó el municipio de Hidalgo, y en un evento similar se reunió con los líderes de la Columna Armada Pedro J. Méndez, que opera desde 2010 en los municipios de Hidalgo, Mainero y Villagrán. En 2014, este grupo se jactó de haber ejecutado a 16 presuntos integrantes de la organización criminal de los Zetas, y desde entonces está claramente vinculada al cártel del Golfo.
Junto al subsecretario Peralta estaban Octavio Leal Moncada el Tarzán y Juan Carlos Rivera Velázquez el Cabezón, prófugos por el delito de delincuencia organizada y quienes cuentan con órdenes de aprehensión.
De acuerdo con Ricardo Peralta, dichas reuniones eran para cambiar el chip de las poblaciones, acordar nuevos pactos sociales y dejar las armas. Peralta asegura que no sabía sobre las órdenes de aprehensión. Sin embargo, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, afirmó que horas antes lo había alertado no sólo de lo peligroso del lugar, sino de los personajes que lo recibirían.
Todo esto lo expuso el mandatario de Tamaulipas en la reunión de gobernadores y autoridades federales el 12 de agosto pasado; la molestia fue tal que a los gobernadores se les prometió verificar la situación.
El martes, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, señaló que las pláticas sólo eran entre grupos de autodefensas, pero ayer fue el propio presidente Andrés Manuel López Obrador quien les corrigió la plana y señaló que no estaban reuniéndose con ningún tipo de grupo.
Sin embargo, Ricardo Peralta no canceló el evento en La Huacana; en el lugar, aseguran quienes estuvieron, había diversos sicarios del CJNG. Ayer en el Gabinete de Seguridad la frase de López Obrador fue para su gabinete: “Arreglen el tema Peralta”. Lo cierto es que aún no queda claro si estas reuniones son efectivamente para acordar un pacto o, en su defecto, para ofrecer una amnistía.