Foto: CUARTOSCURO El objetivo de las firmas, que representan 30 por ciento de las ventas de vehículos en el país, es hacerse visible en varios años en el mercado nacional respecto a las normas sobre emisiones de dióxido de carbono, en momentos en que se perfila una batalla entre el gobierno federal y California  

WASHINGTON – El presidente Donald Trump criticó a los fabricantes de vehículos que prefirieron llegar a un acuerdo con el estado de California, que se dispone a aprobar normas más severas contra las emisiones vehículares, ante el creciente clamor por la emergencia climática.

Ford, Honda, Volkswagen y BMW llegaron a un acuerdo, en julio pasado, con el estado de California, para reducir de manera constante la cantidad de contaminación emitida por sus nuevos automóviles y otras compañías prevén imitarlas, lo que ha enojado a Trump.

Según analistas, las firmas prefieren llegar a un acuerdo ante la posibilidad de que un nuevo gobierno ponga reglas aún más estrictas que las propuestas por California, en medio del clamor por la emergencia climática.

El nuevo acuerdo con California mantiene a esos cuatro fabricantes de automóviles (y a cualquier otro que se una al pacto) a un estándar similar al establecido por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) bajo el mandato del presidente Barack Obama.

En su cuenta de Twitter, Trump citó: “Mi propuesta a los fabricantes de automóviles políticamente correctos haría que el precio medio de un auto se redujera en más de tres mil dólares, al tiempo que haría que los automóviles fueran mucho más seguros. Los motores funcionarían mejor. ¡Muy poco impacto en el medio ambiente!.

El presidente estadunidense acusó a las autoridades de California de querer conducir a los grupos automovilísticos “a la ruina”. El mandatario, además, está preocupado por la fuga de puestos de trabajo, ante la decisión de empresas de trasladar su producción a un país con menos costos.

Henry Ford estaría decepcionado si viera a sus descendientes querer construir un auto mucho más caro, mucho menos seguro y que no funciona tan bien, porque los ejecutivos no quieren enfrentarse a los reguladores de California. Las compañías de autos deberían saber que cuando la alternativa de esta Administración no esté disponible, California los exprimirá hasta la ruina”, agregó en otro tuit.

El objetivo de las firmas, que representan 30 por ciento de las ventas de vehículos en el país, es hacerse visible en varios años en el mercado nacional respecto a las normas sobre emisiones de dióxido de carbono, en momentos en que se perfila una batalla entre el gobierno federal y California, que busca atenerse a los objetivos que fijó la administración Obama, publicó el portal de noticias Infobae.

Trump propuso en 2018 eliminar la reglamentación adoptada por su predecesor para el período 2017-2025 en el marco de su plan climático.

Las normas de Obama apuntaban a alcanzar un consumo medio equivalente a unos 4.7 litros cada 100 km para los modelos nuevos de 2026. El gobierno de Trump propone mantener los niveles actuales, es decir 6.3 litros cada 100 km.

El acuerdo de California es una versión ligera del plan Obama: los constructores ganan un año más para alcanzar el objetivo, de 2025 a 2026, y tendrían mayor flexibilidad para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (-3,7 por ciento por año durante un quinquenio, en vez de -4,7 por ciento por año en cuatro años.

Los fabricantes de automóviles tendrían que disminuir las emisiones totales de sus flotas de vehículos nuevos hasta el año modelo 2026, lo que a su vez hará que los autos nuevos sean más eficientes en combustible.

 

mvb