No cabe duda que Brasil no merece el Presidente que tiene. Así quedó demostrado en los últimos días tras la crisis generada por los incendios en el Amazonas y las disputas del mandatario de ese país, Jair Bolsonaro, con su homólogo francés, Emmanuel Macron, quien dictó cátedra de diplomacia durante la reciente reunión del G7.
El fuego en el Amazonas ha consumido más de medio millón de hectáreas, afectando una de sus principales funciones que es la absorción del 15% del monóxido de carbono que se genera en el planeta. De ahí que una legítima preocupación global se haya incrementado en las últimas semanas.
Dichas inquietudes han sido asumidas por Bolsonaro como insultos e intentos por violar su soberanía. En medio del intercambio de posiciones entre Francia y Brasil, surgió un incidente que desnudó por completo al sudamericano. Este dirigente comentó una publicación de un internauta en Facebook, en la que aparecen dos fotos, una de él con su esposa y otra de Macron junto con la primera dama francesa, quien es 24 años mayor que su marido.
La imagen señalaba que la disputa resultaba de la “envidia” del francés por la belleza y la juventud de la esposa del carioca, quien escribió en la red social “no lo humilles. Ja, ja, ja”. Ante la bajeza del comentario vino la elegante respuesta. “Yo siempre soy respetuoso con mis homólogos. El presidente Bolsonaro no hace lo mismo. El pueblo brasileño es un gran pueblo. La actitud que ha tenido con mi esposa no es digna de un presidente. Creo que el pueblo brasileño merece otros comportamientos y espero que los tenga pronto”, dijo el líder francés.
A pesar de la leperada, los esfuerzos de la comunidad internacional por combatir el fuego en el Amazonas se mantienen. En la cumbre del G7, celebrada este fin de semana en Biarritz, Macron tuvo uno de los mayores éxitos de la diplomacia gala de los últimos años y, entre otros temas, logró una primera ayuda de 20 millones de dólares para esa nación.
Este apoyo no será aceptado, dijo Bolsonaro, si Macron no retira sus “insultos” en contra de Brasil, país que vive a diario una telenovela con el mandatario que eligió, entre otras cosas, para representarlo en el mundo durante los próximos cuatro años.
Segundo tercio. Dentro de los esfuerzos realizados para combatir la obesidad, destaca una iniciativa, la del Senador Mario Zamora, con la cual se pretende reformar la Ley Federal de Telecomunicaciones y la Ley General de Salud. El legislador sinaloense propone, para el caso de los alimentos y bebidas con bajo valor nutricional y alta densidad energética, eliminar la publicidad en cines, espacios púbicos, espectaculares, radio, televisión y medios. Asimismo, este cambio a la normatividad busca aumentar y regular el etiquetado, envasado y empaque de este tipo de productos, con la idea de que se incluya un pictograma que advierta e informe al consumidor sobre el daño a la salud derivados de su consumo.
Zamora Gastélum señaló que con esta iniciativa no se pretende dañar al sector productivo, sino proteger el derecho a la salud, sin que ello resulte contrario a la libertad comercial de las empresas. Este paquete de reformas se encuentra a la espera de ser dictaminado por las comisiones de Salud y Estudios Legislativos de la Cámara Alta.
Tercer tercio. Aquí está un tema con el que el Presidente López Obrador puede generar consensos y librar un batalla contra un verdadero enemigo.