Paulina Rubio tuvo un hijo con Jerry Bazúa (concursante de La Voz México), se enamoraron y vivieron felices durante varios años, pero desde que se separon vinieron los problemas. La Chica Dorada no le permite ver al pequeño Eros, además como tiene en su poder el pasaporte del menor, viaja por todo el mundo y ni siquiera le avisa donde está. Jerry manifiesta que quiere estar cerca del niño, que quiere verlo y convivir con él y cuando está en Miami, va a la casa de Pau y toca el timbre para solicitar que lo dejen verlo, por supuesto sin éxito.
La única manera que tiene para comunicarse con la cantante es a través de mails y ella no le responde. Vi un video muy triste en donde avienta un regalo, esperando se lo entreguen a su hijo. Entiendo la desesperación, pero una vez que se ha iniciado un proceso en la corte, las mamás no pueden dejar que los padres vean a los niños, hasta que no provenga de una orden dictada por un juez, si no estaría cometiendo desacato. Una vez que el juez tiene en su poder un caso, donde los padres no se pusieron de acuerdo fuera de la corte, hay que respetar las leyes y hasta que no se resuelva el asunto, ni Paulina, ni Jerry pueden actuar por cuenta propia.
Lo mismo sucede con Julián Gil y Marjorie de Sousa, quienes llevaban varios meses fuera del escándalo. Me pareció correcto que guardaran silencio respecto al proceso legal que siguen en el juzgado de lo familiar, ambos hablaron tanto, que su imagen se había deteriorado, sin importar quién tuviera la razón.
Apenas había dicho que por fortuna ya no hablaban mal el uno del otro y ¡zaz! de nueva cuenta se encendió la chispa, debido a que fueron citados en el centro de convivencia por orden del juez y después de ver a Matías, a Julián se le removieron todos los sentimientos, ya que su hijo lloró durante toda la visita y decidió hacer un video para Facebook donde hizo hincapié en que la figura materna y paterna son igual de importantes; le molestó que Marjorie dijera que el niño tiene mucha madre, y Julián asegura que no puede privar al niño del derecho que tiene de ver a ambos padres. La acusó de cometer alineación parental, señalando que el egoísmo no puede ir por encima de los sentimientos.
La abogada de Marjorie, aseguró que Julián podía ver al niño fuera del centro de convivencia y él no quiso. Marjorie mandaba a Matías con una enfermera, cómo no estuvo de acuerdo, metió una apelación, fue cuando el juez dictó que sólo podría verlo en el centro de convivencia, después el actor pidió la suspensión de las visitas. En esta ocasión se reunieron porque fue una visita ordenada por la sala, para ver la reacción del niño y poder dar un diagnóstico. La licenciada Alma Pellón asegura que Julián siempre arma un show, pero en realidad no le interesa el niño.
Es cuestión de tiempo para que dicten sentencia y se sepa cómo, cuándo y dónde Julián podrá ver al niño, pero a cambio él debe pagar la pensión alimenticia; que, por cierto, tiene dos meses sin darla, según señaló la abogada.
Hay más…, pero hasta ahí les cuento.